¿Es compatible con la deontología del toreo la reaparición en la lidia del matador Juan-José Padilla con su minusvalía de tuerto? ¿No cometen los jueces de la corrida, presidente como asesores médico y veterinario, una falta garrafal al permitir que toree un torero aquejado de una grave incapacidad visual, incapacidad que convierte su valentía en indudable e inaceptable temeridad, que degrada la exigible limpieza deontológica de la fiesta nacional taurina?

Con ocasión de esta inquietante reaparición en la lidia de un torero privado de visión binocular, visión necesaria para la discriminación de profundidad, facultad discriminatoria que permite percibir y situar en particular cada uno de los dos cuernos del toro en mortífera relación de amenaza con el cuerpo del propio torero, os invito a imaginar una fiesta nacional taurina que reemplace la corrida de toros, comercialmente degradada en espectáculo mortífero, por una corrida de toros deontológicamente correcta, que sea la digna heredera crítica de la tauromaquia tradicional.

Me gustaría que se aprovechara la situación límite de hoy, cuyos excesos inmorales no podemos aceptar, para que cada uno de los partidarios o adversarios de la tauromaquia actual, participantes o ausentes a «esta fiesta deontológicamente irregular, por incapacidad visual del torero, disminuido ante el toro», diera su opinión sobre la manera de reinventar «la fiesta taurina nacional», poniendo en valor no sólo al torero sino también al toro, más bien que humillándolo, e intentando que tanto su bravura como el arte y la valentía no temeraria del torero sean exaltados más bien que puestos en criminal oposición.

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04.03.12 | 23:00. Archivado en SociogenéticaÉticaArteEducaciónTeatroPro justitia et libertat
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Quince alusiones a la Universidad de Salamanca en once pasajes de El Quijote

—Si el criado es tan discreto, ¡cuál debe de ser el amo! Yo apostaré que si van a estudiar a Salamanca, que a un tris han de venir a ser alcaldes de corte; que todo es burla, sino estudiar y más estudiar, y tener favor y ventura, y cuando menos se piensa el hombre, se halla con una vara en la mano o con una mitra en la cabeza.
Aquella noche la pasaron amo y mozo en mitad del campo, al cielo raso y descubierto…
El Q.II.66.13-24.
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1. El Q.I.12.10-19
CAPÍTULO XII. De lo que contó un cabrero a los que estaban con don Quijote
9. Y don Quijote rogó a Pedro le dijese qué muerto era aquel y que pastora aquélla; a lo cual Pedro respondió que lo que sabía era que el muerto era un hijodalgo rico, vecino de un lugar que estaba en aquellas sierras, el cual había sido estudiante muchos años en Salamanca, al cabo de los cuales había vuelto a su lugar, con opinión de muy sabio y muy leído.
10. —Principalmente, decían que sabía la ciencia de las estrellas y de lo que pasan, allá en el cielo, el sol y la luna, porque puntualmente nos decía el cris del sol y de la luna.
11. —Eclipse se llama, amigo, que no cris, el escurecerse esos dos luminares mayores —dijo don Quijote.
12. Mas Pedro, no reparando en niñerías, prosiguió su cuento, diciendo:
13. —Asimesmo adevinaba cuándo había de ser el año abundante o éstil.
14. —Estéril  queréis decir, amigo —dijo don Quijote.
15. —Estéril o éstil—respondió Pedro—, todo se sale allá. Y digo que con esto que decía se hicieron su padre y sus amigos, que le daban crédito, muy ricos, porque hacían lo que él les aconsejaba, diciéndoles: «Sembrad este año cebada, no trigo; en éste podéis sembrar garbanzos y no cebada; el que viene será de guilla de aceite; los tres siguientes no se cogerá gota.»
16. —Esa ciencia se llama astrología—dijo don Quijote.
17. —No sé yo cómo se llama—replicó Pedro—; mas sé que todo esto sabía; y aún más. Finalmente, no pasaron muchos meses, después que vino de Salamanca, cuando un día remaneció vestido de pastor, con su cayado y pellico, habiéndose quitado los hábitos largos que como escolar traía; y juntamente se vistió con él de pastor otro su grande amigo, llamado Ambrosio, que había sido su compañero en los estudios. Olvidábaseme de decir como Grisóstomo, el difunto, fue grande hombre de componer coplas; tanto, que él hacía los villancicos para la noche del Nacimiento del Señor, y los autos para el día de Dios, que los representaban los mozos de nuestro pueblo, y todos decían que eran por el cabo. Cuando los del lugar vieron tan de improviso vestidos de pastores a los dos escolares, quedaron admirados, y no podían adivinar la causa que les había movido a hacer aquella tan estraña mudanza. Ya en este tiempo era muerto el padre de nuestro Grisóstomo, y él quedó heredado en mucha cantidad de hacienda, ansí en muebles como en raíces, y en no pequeña cantidad de ganado, mayor y menor, y en gran cantidad de dineros; de todo lo cual quedó el mozo señor desoluto, y en verdad que todo lo merecía, que era muy buen compañero y caritativo y amigo de los buenos, y tenía una cara como una bendición. Después se vino a entender que el haberse mudado de traje no había sido por otra cosa que por andarse por estos despoblados en pos de aquella pastora Marcela que nuestro zagal nombró denantes, de la cual se había enamorado el pobre difunto de Grisóstomo. Y quiéroos decir agora, porque es bien que lo sepáis, quién es esta rapaza; quizá, y aun sin quizá, no habréis oído semejante cosa en todos los días de vuestra vida, aunque viváis más años que sarna
18. —Decid Sarra —replicó don Quijote, no pudiendo sufrir el trocar de los vocablos del cabrero.
19. —Harto vive la sarna —respondió Pedro—, y si es señor, que me habéis de andar zaheriendo a cada paso los vocablos, no acabaremos en un año.
20. —Perdonad, amigo—dijo don Quijote—; que por haber tanta diferencia de sarna a Sarra os lo dije; pero vos respondistes muy bien, porque vive más sarna que Sarra, y proseguid vuestra historia, que no os replicaré más en nada.
2. El Q.I.39.01-03
 CAPÍTULO XXXIX. Donde el cautivo cuenta su vida y sucesos.
1. En un lugar de las montañas de León tuvo principio mi linaje, con quien fue más agradecida y liberal la naturaleza que la fortuna, aunque en la estrecheza de aquellos pueblos todavía alcanzaba mi padre fama de rico, y verdaderamente lo fuera si así se diera maña a conservar su hacienda como se la daba en gastalla. Y la condición que tenía de ser liberal y gastador le procedió de haber sido soldado los años de su joventud; que es escuela la soldadesca donde el mezquino se hace franco, y el franco, pródigo; y si algunos soldados se hallan miserables, son como monstruos, que se ven raras veces. Pasaba mi padre los términos de la liberalidad y rayaba en los de ser pródigo, cosa que no le es de ningún provecho al hombre casado y que tiene hijos que le han de suceder en el nombre y en el ser. Los que mi padre tenía eran tres, todos varones y todos de edad de poder elegir estado. Viendo, pues, mi padre que, según él decía, no podía irse a la mano contra su condición, quiso privarse del instrumento y causa que le hacía gastador y dadivoso, que fue privarse de la hacienda, sin la cual el mismo Alejandro pareciera estrecho.
2. Y así, llamándonos un día a todos tres a solas en un aposento, nos dijo unas razones semejantes a las que ahora diré: —»Hijos, para deciros que os quiero bien basta saber y decir que sois mis hijos; y para entender que os quiero mal basta saber que no me voy a la mano en lo que toca a conservar vuestra hacienda. Pues para que entendáis desde aquí adelante que os quiero como padre, y que no os quiero destruir como padrastro, quiero hacer una cosa con vosotros que ha muchos días que la tengo pensada y con madura consideración dispuesta. Vosotros estáis ya en edad de tomar estado, o, a lo menos, de elegir ejercicio, tal, que cuando mayores, os honre y aproveche. Y lo que he pensado es hacer de mi hacienda cuatro partes: las tres os daré a vosotros, a cada uno lo que le tocare, sin exceder en cosa alguna, y con la otra me quedaré yo para vivir y sustentarme los días que el cielo fuere servido de darme de vida. Pero querría que después que cada uno tuviese en su poder la parte que le toca de su hacienda, siguiese uno de los caminos que le diré. Hay un refrán en nuestra España, a mi parecer muy verdadero, como todos lo son, por ser sentencias breves sacadas de la luenga y discreta experiencia; y el que yo digo dice: Iglesia, o mar, o casa real, como si más claramente dijera: «Quien quisiere valer y ser rico, siga, o la Iglesia, o navegue, ejercitando el arte de la mercancía, o entre a servir a los reyes en sus casas»; porque dicen: «Más vale migaja de rey que merced de señor.» Digo esto porque querría, y es mi voluntad, que uno de vosotros siguiese las letras, el otro la mercancía, y el otro sirviese al rey en la guerra, pues es dificultoso entrar a servirle en su casa; que ya que la guerra no dé muchas riquezas, suele dar mucho valor y mucha fama. Dentro de ocho días os daré toda vuestra parte en dineros, sin defraudaros en un ardite, como lo veréis por la obra. Decidme ahora si queréis seguir mi parecer y consejo en lo que os he propuesto.» Y mandándome a mí, por ser el mayor, que respondiese, después de haberle dicho que no se deshiciese de la hacienda, sino que gastase todo lo que fuese su voluntad, que nosotros éramos mozos para saber ganarla, vine a concluir en que cumpliría su gusto, y que el mío era seguir el ejercicio de las armas, sirviendo en él a Dios y a mi rey. El segundo hermano hizo los mesmos ofrecimientos, y escogió el irse a las Indias, llevando empleada la hacienda que le cupiese. El menor, y, a lo que yo creo, el más discreto, dijo que quería seguir la Iglesia, o irse a acabar sus comenzados estudios a Salamanca.
3. Así como acabamos de concordarnos y escoger nuestros ejercicios, mi padre nos abrazó a todos, y con la brevedad que dijo puso por obra cuanto nos había prometido; y dando a cada uno su parte, que, a lo que se me acuerda, fueron cada tres mil ducados en dineros (porque un nuestro tío compró toda la hacienda y la pagó de contado, porque no saliese del tronco de la casa), en un mesmo día nos despedimos todos tres de nuestro buen padre, y en aquel mesmo, pareciéndome a mi ser inhumanidad que mi padre quedase viejo y con tan poca hacienda, hice con él que de mis tres mil tomase los dos mil ducados, porque a mí me bastaba el resto para acomodarme de lo que había menester un soldado. Mis dos hermanos, movidos de mi ejemplo, cada uno le dio mil ducados; de modo que a mi padre le quedaron cuatro mil en dineros, y más tres mil, que, a lo que parece, valía la hacienda que le cupo, que no quiso vender, sino quedarse con ella en raíces. Digo, en fin, que nos despedimos dél y de aquel nuestro tío que he dicho, no sin mucho sentimiento y lágrimas de todos, encargándonos que les hiciésemos saber, todas las veces que hubiese comodidad para ello, de nuestros sucesos, prósperos o adversos. Prometímosselo, y abrazándonos y echándonos su bendición, el uno tomó el viaje de Salamanca, el otro de Sevilla, y yo el de Alicante, adonde tuve nuevas que había una nave ginovesa que cargaba allí lana para Génova.
3. El Q.II.01.18-27
CAPÍTULO PRIMERO. De lo que el cura y el barbero pasaron  con don Quijote cerca de su enfermedad.
18. —¡Cuerpo de tal!—dijo a esta sazón don Quijote—. ¿Hay más sino mandar su Majestad por público pregón que se junten en la corte para un día señalado todos los caballeros andantes que vagan por España, que aunque no viniesen sino media docena, tal podría venir entre ellos, que solo bastase a destruir toda la potestad del Turco? Esténme vuestras mercedes atentos, y vayan conmigo. ¿Por ventura es cosa nueva deshacer un solo caballero andante un ejército de docientos mil hombres, como si todos juntos tuvieran una sola garganta, o fueran hechos de alfeñique? Si no, díganme: ¿cuántas historias están llenas destas maravillas? ¡Había, en hora mala para mí, que no quiero decir para otro, de vivir hoy el famoso don Belianís, o alguno de los del inumerable linaje de Amadís de Gaula; que si alguno déstos hoy viviera y con el Turco se afrontara, a fee que no le arrendara la ganancia! Pero Dios mirará por su pueblo, y deparará alguno que, si no tan bravo como los pasados andantes caballeros, a lo menos no les será inferior en el ánimo; y Dios me entiende, y no digo más.
19. —¡Ay!—dijo a este punto la sobrina—. ¡Que me maten si no quiere mi señor volver a ser caballero andante!
20. A lo que dijo don Quijote:
21. —Caballero andante he de morir, y baje o suba el Turco cuando él quisiere y cuan poderosamente pudiere; que otra vez digo que Dios me entiende.
22. A esta sazón dijo el barbero:
23. —Suplico a vuestras mercedes que se me dé licencia para contar un cuento breve que sucedió en Sevilla; que, por venir aquí como de molde, me da gana de contarle.
24. Dio la licencia don Quijote, y el cura y los demás le prestaron atención, y él comenzó desta manera:
25. —En la casa de los locos de Sevilla estaba un hombre a quien sus parientes habían puesto allí por falto de juicio. Era graduado en cánones por Osuna; pero aunque lo fuera por Salamanca, según opinión de muchos, no dejara de ser loco. Este tal graduado, al cabo de algunos años de recogimiento, se dio a entender que estaba cuerdo y en su entero juicio, y con esta imaginación escribió al arzobispo suplicándole encarecidamente y con muy concertadas razones le mandase sacar de aquella miseria en que vivía, pues por la misericordia de Dios había ya cobrado el juicio perdido; pero que sus parientes, por gozar de la parte de su hacienda, le tenían allí, y a pesar de la verdad, querían que fuese loco hasta la muerte. El arzobispo, persuadido de muchos billetes concertados y discretos, mandó a un capellán suyo se informase del retor de la casa si era verdad lo que aquél licenciado le escribía, y que asimesmo hablase con el loco, y que si le pareciese que tenía juicio, le sacase y pusiese en libertad. Hízolo así el capellán, y el retor le dijo que aquel hombre aún se estaba loco; que puesto que hablaba muchas veces como persona de grande entendimiento, al cabo disparaba con tantas necedades, que en muchas y en grandes igualaban a sus primeras discreciones, como se podía hacer la esperiencia hablándole. Quiso hacerla el capellán, y, poniéndole con el loco, habló con él una hora, y más, y en todo aquel tiempo jamás el loco dijo razón torcida ni disparatada, antes habló tan atentadamente, que el capellán fue forzado a creer que el loco estaba cuerdo; y entre otras cosas que el loco le dijo fue que el retor le tenía ojeriza, por no perder los regalos que sus parientes le hacían porque dijese que aún estaba loco, y con lúcidos intervalos; y que el mayor contrario que en su desgracia tenía era su mucha hacienda, pues por gozar della sus enemigos, ponían dolo y dudaban de la merced que Nuestro Señor le había hecho en volverle de bestia en hombre. Finalmente, él habló de manera que hizo sospechoso al retor, codiciosos y desalmados a sus parientes, y a él tan discreto, que el capellán se determinó a llevársele consigo a que el arzobispo le viese y tocase con la mano la verdad de aquel negocio. Con esta buena fee, el buen capellán pidió al retor mandase dar los vestidos con que allí había entrado el licenciado; volvió a decir el retor que mirase lo que hacía, porque, sin duda alguna, el licenciado aún se estaba loco. No sirvieron de nada para con el capellán las prevenciones y advertimientos del retor para que dejase de llevarle; obedeció el retor viendo ser orden del arzobispo, pusieron al licenciado sus vestidos, que eran nuevos y decentes, y como él se vio vestido de cuerdo y desnudo de loco, suplicó al capellán que por caridad le diese licencia para ir a despedirse de sus compañeros los locos. El capellán dijo que él le quería acompañar y ver los locos que en la casa había. Subieron, en efeto, y con ellos algunos que se hallaron presentes; y llegado el licenciado a una jaula adonde estaba un loco furioso, aunque entonces sosegado y quieto, le dijo: —»Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a mi casa; que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio: ya estoy sano y cuerdo; que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible. Tenga grande esperanza y confianza en Él, que pues a mí me ha vuelto a mi primero estado, también le volverá a él, si en Él confía. Yo tendré cuidado de enviarle algunos regalos que coma, y cómalos en todo caso; que le hago saber que imagino, como quien ha pasado por ello, que todas nuestras locuras proceden de tener los estómagos vacíos y los celebros llenos de aire. Esfuércese, esfuércese; que el descaecimiento en los infortunios apoca la salud y acarrea la muerte.» Todas estas razones del licenciado escuchó otro loco que estaba en otra jaula, frontero de la del furioso, y levantándose de una estera vieja donde estaba echado y desnudo en cueros, preguntó a grandes voces quién era el que se iba sano y cuerdo. El licenciado respondió: —»Yo soy, hermano, el que me voy; que ya no tengo necesidad de estar más aquí, por lo que doy infinitas gracias a los cielos, que tan grande merced me han hecho.» —»Mirad lo que decís, licenciado, no os engañe el diablo», replicó el loco; «sosegad el pie, y estaos quedito en vuestra casa y ahorraréis la vuelta».—»Yo sé que estoy bueno», replicó el licenciado, «y no habrá para qué tornar a andar estaciones» —»Vos bueno», dijo el loco.—»Agora bien, ello dirá; andad con Dios; pero yo os voto a Júpiter, cuya majestad yo represento en la tierra, que por solo este pecado que hoy comete Sevilla en sacaros desta casa y en teneros por cuerdo, tengo de hacer un tal castigo en ella, que quede memoria dél por todos los siglos de los siglos, amén. ¿No sabes tú, licenciadillo menguado, que lo podré hacer, pues, como digo, soy Júpiter Tonante, que tengo en mis manos los rayos abrasadores con que puedo y suelo amenazar y destruir el mundo? Pero con sola una cosa quiero castigar a este ignorante pueblo; y es con no llover en él ni en todo su distrito y contorno por tres enteros años, que se han de contar desde el día y punto en que ha sido hecha esta amenaza en adelante. ¿Tú libre, tú sano, tú cuerdo, y yo loco, y yo enfermo, y yo atado…? Así pienso llover como pensar ahorcarme.» A las voces y a las razones del loco estuvieron los circunstantes atentos; pero nuestro licenciado, volviéndose a nuestro capellán y asiéndole de las manos, le dijo:—»No tenga vuestra merced pena, señor mío, ni haga caso de lo que este loco ha dicho; que si él es Júpiter y no quisiere llover, yo, que soy Neptuno, el padre y el dios de las aguas, lloveré todas las veces que se me antojare y fuere menester.» A lo que respondió el capellán:—»Con todo eso, señor Neptuno, no será bien enojar al señor Júpiter: vuestra merced se quede en su casa; que otro día, cuando haya más comodidad y más espacio, volveremos por vuestra merced.» Rióse el retor y los presentes, por cuya risa se medio corrió el capellán; desnudaron al licenciado, quedóse en casa, y acabóse el cuento.
26. —Pues ¿éste es el cuento, señor barbero—dijo don Quijote—, que por venir aquí como de molde, no podía dejar de contarle? ¡Ah, señor rapista, señor rapista, y cuán ciego es aquel que no vee por tela de cedazo! Y ¿es posible que vuestra merced no sabe que las comparaciones que se hacen de ingenio a ingenio, de valor a valor, de hermosura a hermosura y de linaje a linaje son siempre odiosas y mal recebidas? Yo, señor barbero, no soy Neptuno, el dios de las aguas, ni procuro que nadie me tenga por discreto no lo siendo; sólo me fatigo por dar a entender al mundo en el error en que está en no renovar en sí el felicísimo tiempo donde campeaba la orden de la andante caballería. Pero no es merecedora la depravada edad nuestra de gozar tanto bien como el que gozaron las edades donde los andantes caballeros tomaron a su cargo y echaron sobre sus espaldas la defensa de los reinos, el amparo de las doncellas, el socorro de los huérfanos y pupilos, el castigo de los soberbios y el premio de los humildes. Los más de los caballeros que agora se usan, antes les crujen los damascos, los brocados y otras ricas telas de que se visten, que la malla con que se arman; ya no hay caballero que duerma en los campos, sujeto al rigor del cielo, armado de todas armas desde los pies a la cabeza; y ya no hay quien, sin sacar los pies de los estribos, arrimado a su lanza, sólo procure descabezar, como dicen, el sueño, como lo hacían los caballeros andantes. Ya no hay ninguno que saliendo deste bosque entre en aquella montaña, y de allí pise una estéril y desierta playa del mar, las más veces proceloso y alterado, y hallando en ella y en su orilla un pequeño batel sin remos, vela, mástil ni jarcia alguna, con intrépido corazón se arroje en él, entregándose a las implacables olas del mar profundo, que ya le suben al cielo y ya le bajan al abismo; y él, puesto el pecho a la incontrastable borrasca, cuando menos se cata, se halla tras mil y más leguas distante del lugar donde se embarcó, y saltando en tierra remota y no conocida, le suceden cosas dignas de estar escritas, no en pergaminos, sino en bronces. Mas agora ya triunfa la pereza de la diligencia, la ociosidad del trabajo, el vicio de la virtud, la arrogancia de la valentía, y la teórica de la práctica de las armas, que sólo vivieron y resplandecieron en las edades del oro y en los andantes caballeros. Si no, díganme: ¿Quién más honesto y más valiente que el famoso Amadís de Gaula? ¿Quién más discreto que Palmerín de Inglaterra? ¿Quién más acomodado y manual que Tirante el Blanco? ¿Quién más galán que Lisuarte de Grecia? ¿Quién más acuchillado ni acuchillador que don Belianís? ¿Quién más intrépido que Perión de Gaula, o quién más acometedor de peligros que Felixmarte de Hircania, o quién más sincero que Esplandián? ¿Quién más arrojado que don Cirongilio de Tracia? ¿Quién más bravo que Rodamonte? ¿Quién más prudente que el rey Sobrino? ¿Quién más atrevido que Reinaldos? ¿Quién más invencible que Roldán? Y ¿quién más gallardo y más cortés que Rugero, de quien decienden hoy los duques de Ferrara, según Turpín en su Cosmografía? Todos estos caballeros, y otros muchos que pudiera decir, señor cura, fueron caballeros andantes, luz y gloria de la caballería. Déstos o tales como éstos, quisiera yo que fueran los de mi arbitrio; que a serlo, su Majestad se hallara bien servido y ahorrara de mucho gasto, y el Turco se quedara pelando las barbas, y, con esto, no quiero quedar en mi casa, pues no me saca el capellán della; y si Júpiter, como ha dicho el barbero, no lloviere, aquí estoy yo, que lloveré cuando se me antojare. Digo esto porque sepa el señor Bacía que le entiendo.
27. —En verdad, señor don Quijote—dijo el barbero—, que no lo dije por tanto, y así me ayude Dios como fue buena mi intención, y que no debe vuestra merced sentirse.
4. El Q.II.02.14-39
 CAPÍTULO II. Que trata de la notable pendencia que Sancho Panza tuvo con la sobrina y ama de don Quijote, con otros sujetos graciosos
14. En tanto, don Quijote se encerró con Sancho en su aposento, y estando solos, le dijo:
15. —Mucho me pesa, Sancho, que hayas dicho y digas que yo fui el que te saqué de tus casillas, sabiendo que yo no me quedé en mis casas; juntos salimos, juntos fuimos y juntos peregrinamos; una misma fortuna y una misma suerte ha corrido por los dos: si a ti te mantearon una vez, a mi me han molido ciento, y esto es lo que te llevo de ventaja.
16. —Eso estaba puesto en razón—respondió Sancho—, porque, según vuestra merced dice, más anejas son a los caballeros andantes las desgracias que a sus escuderos.
17. —Engáñaste, Sancho—dijo don Quijote—; según aquello, quando caput dolet…, etcétera.
18. —No entiendo otra lengua que la mía —respondió Sancho.
19. —Quiero decir —dijo don Quijote— que cuando la cabeza duele, todos los miembros duelen; y así, siendo yo tu amo y señor, soy tu cabeza, y tú mi parte, pues eres mi criado; y por esta razón el mal que a mí me toca, o tocare, a ti te ha de doler, y a mí el tuyo.
20. —Así había de ser—dijo Sancho—; pero cuando a mí me manteaban como a miembro, se estaba mi cabeza detrás de las bardas, mirándome volar por los aires, sin sentir dolor alguno, y pues los miembros están obligados a dolerse del mal de la cabeza, había de estar obligada ella a dolerse dellos.
21. —¿Querrás decir tú agora, Sancho —respondió don Quijote—, que no me dolía yo cuando a ti te manteaban? Y si lo dices, no lo digas, ni lo pienses; pues más dolor sentía yo entonces en mi espíritu que tú en tu cuerpo. Pero dejemos esto aparte por agora, que tiempo habrá donde lo ponderemos y pongamos en su punto, y dime, Sancho amigo: ¿qué es lo que dicen de mí por ese lugar? ¿En qué opinión me tiene el vulgo, en qué los hidalgos y en qué los caballeros? ¿Qué dicen de mi valentía, qué de mis hazañas y qué de mi cortesía? ¿Qué se platica del asumpto que he tomado de resucitar y volver al mundo la ya olvidada orden caballeresca? Finalmente, quiero, Sancho, me digas lo que acerca desto ha llegado a tus oídos: y esto me has de decir sin añadir al bien ni quitar al mal cosa alguna; que de los vasallos leales es decir la verdad a sus señores en su ser y figura propia, sin que la adulación la acreciente o otro vano respeto la disminuya; y quiero que sepas, Sancho, que si a los oídos de los príncipes llegase la verdad desnuda, sin los vestidos de la lisonja, otros siglos correrían, otras edades serían tenidas por más de hierro que la nuestra, que entiendo que de las que ahora se usan es la dorada. Sírvate este advertimiento, Sancho, para que discreta y bienintencionadamente pongas en mis oídos la verdad de las cosas que supieres de lo que te he preguntado.
22. —Eso haré yo de muy buena gana, señor mío—respondió Sancho—, con condición que vuestra merced no se ha de enojar de lo que dijere, pues quiere que lo diga en cueros, sin vestirlo de otras ropas de aquellas con que llegaron a mi noticia.
23. —En ninguna manera me enojaré—respondió don Quijote—. Bien puedes, Sancho, hablar libremente y sin rodeo alguno.
24. —Pues lo primero que digo—dijo—, es que el vulgo tiene a vuestra merced por grandísimo loco, y a mí por no menos mentecato. Los hidalgos dicen que no conteniéndose vuestra merced en los límites de la hidalguía, se ha puesto don y se ha arremetido a caballero con cuatro cepas y dos yugadas de tierra y con un trapo atrás y otro adelante. Dicen los caballeros que no querrían que los hidalgos se opusiesen a ellos, especialmente aquellos hidalgos escuderiles que dan humo a los zapatos y toman los puntos de las medias negras con seda verde.
25. —Eso—dijo don Quijote—no tiene que ver conmigo pues ando siempre bien vestido, y jamás remendado; roto, bien podría ser; y el roto, más de las armas que del tiempo.
26. —En lo que toca—prosiguió Sancho—a la valentía, cortesía, hazañas y asumpto de vuestra merced, hay diferentes opiniones : unos dicen : «Loco, pero gracioso», otros «Valiente, pero desgraciado»; otros, «Cortés, pero impertinente»; y por aquí van discurriendo en tantas cosas, que ni a vuestra merced ni a mí nos dejan hueso sano.
27. —Mira, Sancho —dijo don Quijote—: donde quiera que está la virtud en eminente grado, es perseguida. Pocos o ninguno de los famosos varones que pasaron dejó de ser calumniado de la malicia. Julio César, animosísimo, prudentísimo y valentísimo capitán, fue notado de ambicioso, algún tanto no limpio, ni en sus vestidos ni en sus costumbres. Alejandro, a quien sus hazañas le alcanzaron el renombre de Magno, dicen dél que tuvo ciertos puntos de borracho. De Hércules, el de los muchos trabajos, se cuenta que fue lascivo y muelle. De don Galaor, hermano de Amadís de Gaula, se murmura que fue más que demasiadamente rijoso; y de su hermano, que fue llorón. Así que, ¡oh Sancho!, entre las tantas calumnias de buenos bien pueden pasar las mías, como no sean más de las que has dicho.
28. —¡Ahí está el toque, cuerpo de mi padre! —replicó Sancho.
29. —Pues ¿hay más?—pregunto don Quijote.
30. —Aún la cola falta por desollar—dijo Sancho—. Lo de hasta aquí son tortas y pan pintado, mas si vuestra merced quiere saber todo lo que hay acerca de las caloñas que le ponen, yo le traeré aquí luego al momento quien se las diga todas, sin que les falte una meaja; que anoche llegó el hijo de Bartolomé Carrasco, que viene de estudiar de Salamanca, hecho bachiller, y yéndole yo a dar la bienvenida, me dijo que andaba ya en libros la historia de vuestra merced, con nombre de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha; y dice que me mientan a mí en ella con mi mesmo nombre de Sancho Panza, y a la señora Dulcinea del Toboso, con otras cosas que pasamos nosotros a solas, que me hice cruces de espantado cómo las pudo saber el historiador que las escribió.
31. —Yo te aseguro, Sancho—dijo don Quijote—, que debe de ser algún sabio encantador el autor de nuestra historia; que a los tales no se les encubre nada de lo que quieren escribir.
32. —Y ¡cómo—dijo Sancho—si era sabio y encantador, pues (según dice el bachiller Sansón Carrasco, que así se llama el que dicho tengo) que el autor de la historia se llama Cide Hamete Berenjena!
33. —Ese nombre es de moro—respondió don Quijote.
34. —Así será—respondió Sancho—; porque por la mayor parte he oído decir que los moros son amigos de berenjenas
35. —Tú debes, Sancho —dijo don Quijote—, errarte en el sobrenombre de ese Cide, que en arábigo quiere decir señor.
36. —Bien podría ser—replicó Sancho—; mas si vuestra merced gusta que yo le haga venir aquí, iré por él en volandas.
37. —Harásme mucho placer, amigo—dijo don Quijote— que me tiene suspenso lo que me has dicho, y no comeré bocado que bien me sepa hasta ser informado de todo.
38. —Pues yo voy por él—respondió Sancho.
39. Y dejando a su señor, se fue a buscar al bachiller, con el cual volvió de allí a poco espacio, y entre los tres pasaron un graciosísimo coloquio.
5. El Q.II. 07.01-11.
CAPÍTULO VII. De lo que pasó don Quijote con su escudero, con otros sucesos famosísimos.
1. Apenas vio el ama que Sancho Panza se encerraba con su señor, cuando dio en la cuenta de sus tratos, y, imaginando que de aquella consulta había de salir la resolución de su tercera salida, y tomando su manto, toda llena de congoja y pesadumbre se fue a buscar al bachiller Sansón Carrasco, pareciéndole que por ser bien hablado y amigo fresco de su señor, le podría persuadir a que dejase tan desvariado propósito.
2. Hallóle paseándose por el patio de su casa, y viéndole, se dejó caer ante sus pies, trasudando y congojosa. Cuando la vio Carrasco con muestras tan doloridas y sobresaltadas, le dijo:
3. —¿Qué es esto, señora ama? ¿Qué le ha acontecido, que parece que se le quiere arrancar el alma?
4. —No es nada, señor Sansón mío, sino que mi amo se sale; ¡sálese, sin duda!
5. —Y ¿por dónde se sale, señora?—preguntó Sansón—. ¿Hásele roto alguna parte de su cuerpo?
6. —No se sale—respondió ella—sino por la puerta de su locura. Quiero decir, señor bachiller de mi ánima, que quiere salir otra vez, que con ésta será la tercera, a buscar por ese mundo lo que él llama venturas, que yo no puedo entender cómo les da este nombre. La vez primera nos le volvieron atravesado sobre un jumento, molido a palos. La segunda vino en un carro de bueyes, metido y encerrado en una jaula, adonde él se daba a entender que estaba encantado; y venía tal el triste, que no le conociera la madre que le parió: flaco, amarillo, los ojos hundidos en los últimos camaranchones del celebro; que para haberle de volver algún tanto en sí, gasté más de seiscientos huevos, como lo sabe Dios y todo el mundo, y mis gallinas, que no me dejarán mentir.
7. —Eso creo yo muy bien —respondió el bachiller—, que ellas son tan buenas, tan gordas y tan bien criadas, que no dirán una cosa por otra, si reventasen. En efecto, señora ama: ¿no hay otra cosa, ni ha sucedido otro desmán alguno sino el que se teme que quiere hacer el señor don Quijote?
8. —No, señor—respondió ella.
9. —Pues no tenga pena—respondió el bachiller—, sino váyase en hora buena a su casa, y téngame aderezado de almorzar alguna cosa caliente, y, de camino, vaya rezando la oración de Santa Apolonia, si es que la sabe, que yo iré luego allá, y verá maravillas.
10. —¡Cuitada de mi! —replicó el ama—. ¿La oración de Santa Apolonia dice vuestra merced que rece? Eso fuera si mi amo lo hubiera de las muelas, pero no lo ha sino de los cascos.
11. —Yo sé lo que digo, señora ama; váyase, y no se ponga a disputar conmigo, pues sabe que soy bachiller por Salamanca, que no hay más que bachillear—respondió Carrasco.
12. Y con esto, se fue el ama, y el bachiller fue luego a buscar al cura, a comunicar con él lo que se dirá a su tiempo.
6. El Q.II.10.05-11.
CAPÍTULO X. Donde se cuenta la industria que Sancho tuvo para encantar a la señora Dulcinea, y de otros sucesos tan ridículos como verdaderos.
5. —Por cierto, Sancho—dijo don Quijote—, que siempre traes tus refranes tan a pelo de lo que tratamos cuanto me dé Dios mejor ventura en lo que deseo.
6. Esto dicho, volvió Sancho las espaldas y vareó su rucio, y don Quijote se quedó a caballo, descansando sobre los estribos y sobre el arrimo de su lanza, lleno de tristes y confusas imaginaciones, donde le dejaremos, yéndonos con Sancho Panza que no menos confuso y pensativo se apartó de su señor que él quedaba; y tanto, que apenas hubo salido del bosque, cuando, volviendo la cabeza y viendo que don Quijote no parecía, se apeó del jumento, y sentándose al pie de un árbol comenzó a hablar consigo mesmo y a decirse:
7. —Sepamos agora, Sancho hermano, adónde va vuesa merced. ¿Va a buscar algún jumento que se le haya perdido? —No, por cierto.—Pues, ¿qué va a buscar?—Voy a buscar, como quien no dice nada, a una princesa, y en ella al sol de la hermosura y a todo el cielo junto.—Y ¿adónde pensáis hallar eso que decís, Sancho? —¿Adónde? En la gran ciudad del Toboso.—Y bien; ¿y de parte de quién la vais a buscar?—De parte del famoso caballero don Quijote de la Mancha, que desface los tuertos, y da de comer al que ha sed, y de beber al que ha hambre.—Todo eso está muy bien. Y ¿sabéis su casa, Sancho?—Mi amo dice que han de ser unos reales palacios o unos soberbios alcázares. —Y ¿habéisla visto algún día por ventura?—Ni yo ni mi amo la habemos visto jamás.—Y ¿paréceos que fuera acertado y bien hecho que si los del Toboso supiesen que estáis vos aquí con intención de ir a sonsacarles sus princesas y a desasosegarles sus damas, viniesen y os moliesen las costillas a puros palos, y no os dejasen hueso sano?—En verdad que tendrían mucha razón, cuando no considerasen que soy mandado, y que
8. Mensajero sois, amigo | no merecéis culpa, non.
9. —No os fiéis en eso, Sancho, porque la gente manchega es tan colérica como honrada y no consiente cosquillas de nadie. Vive Dios que si os huele, que os mando mala ventura.—¡Oxte, puto! ¡Allá darás, rayo! ¡No, sino ándeme yo buscando tres pies al gato por el gusto ajeno! Y más, que así será buscar a Dulcinea por el Toboso como a Marica por Ravena, o al bachiller en Salamanca. ¡El diablo, el diablo me ha metido a mi en esto; que otro no!
10. Este soliloquio pasó consigo Sancho, y lo que sacó dél fue que volvió a decirse:
11. —Ahora bien: todas las cosas tienen remedio, si no es la muerte, debajo de cuyo yugo hemos de pasar todos, mal que nos pese, al acabar de la vida. Este mi amo, por mil señales, he visto que es un loco de atar, y aun también yo no le quedo en zaga, pues soy más mentecato que él, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrán que dice: «Dime con quién andas, decirte he quién eres», y el otro de «No con quien naces, sino con quien paces.» Siendo, pues, loco, como lo es, y de locura que las más veces toma unas cosas por otras, y juzga lo blanco por negro y lo negro por blanco, como se pareció cuando dijo que los molinos de viento eran gigantes, y las mulas de los religiosos dromedarios, y las manadas de carneros ejércitos de enemigos, y otras muchas cosas a este tono, no será muy difícil hacerle creer que una labradora, la primera que me topare por aquí, es la señora Dulcinea; y cuando él no lo crea juraré yo; y si él jurare, tornaré yo a jurar; y si porfiare, porfiaré yo más, y de manera que tengo de tener la mía siempre sobre el hito, venga lo que viniere. Quizá con esta porfía acabaré con él que no me envíe otra vez a semejantes mensajerías, viendo cuán mal recado le traigo dellas, o quizá pensará, como yo imagino, que algún mal encantador de estos que él dice que le quieren mal la habrá mudado la figura por hacerle mal y daño.
7. El Q.II.16.26-35.
 CAPÍTULO XVI. De lo que sucedió a don Quijote con un discreto caballero de la Mancha.
26. Atentísimo estuvo Sancho a la relación de la vida y entretenimientos del hidalgo; y pareciéndole buena y santa y que quien la hacía debía de hacer milagros, se arrojó del rucio, y con gran priesa le fue a asir del estribo derecho, y con devoto corazón y casi lágrimas le besó los pies una y muchas veces.
27. Visto lo cual por el hidalgo le preguntó:
28. —¿Qué hacéis, hermano? ¿Qué besos son éstos?
29. —Déjenme besar —respondió Sancho—; porque me parece vuesa merced el primer santo a la jineta que he visto en todos los días de mi vida.
30. —No soy santo—respondió el hidalgo—, sino gran pecador; vos, sí, hermano, que debéis de ser bueno como vuestra simplicidad lo muestra.
31. Volvió Sancho a cobrar la albarda, habiendo sacado a plaza la risa de la profunda melancolía de su amo y causado nueva admiración a don Diego. Preguntóle don Quijote que cuántos hijos tenía, y díjole que una de las cosas en que ponían el sumo bien los antiguos filósofos, que carecieron del verdadero conocimiento de Dios, fue en los bienes de la naturaleza, en los de la fortuna, en tener muchos amigos y en tener muchos y buenos hijos.
32. —Yo, señor don Quijote —respondió el hidalgo—, tengo un hijo, que, a no tenerle, quizá me juzgara por más dichoso de lo que soy; y no porque él sea malo, sino porque no es tan bueno como yo quisiera. Será de edad de diez y ocho años: los seis ha estado en Salamanca, aprendiendo las lenguas latina y griega; y cuando quise que pasase a estudiar otras ciencias, halléle tan embebido en la de la poesía, si es que se puede llamar ciencia, que no es posible hacerle arrostrar la de las leyes, que yo quisiera que estudiara, ni de la reina de todas, la teología. Quisiera yo que fuera corona de su linaje, pues vivimos en siglo donde nuestros reyes premian altamente las virtuosas y buenas letras; porque letras sin virtud son perlas en el muladar. Todo el día se le pasa en averiguar si dijo bien o mal Homero en tal verso de la Ilíada; si Marcial anduvo deshonesto, o no, en tal epigrama; si se han de entender de una manera o otra tales y tales versos de Virgilio. En fin, todas sus conversaciones son con los libros de los referidos poetas, y con los de Horacio, Persio, Juvenal y Tibulo; que de los modernos romancistas no hace mucha cuenta; y con todo el mal cariño que muestra tener a la poesía de romance, le tiene agora desvanecidos los pensamientos el hacer una glosa a cuatro versos que le han enviado de Salamanca, y pienso que son de justa literaria.
33. A todo lo cual respondió don Quijote:
34. —Los hijos, señor, son pedazos de las entrañas de sus padres, y así, se han de querer, o buenos o malos que sean, como se quieren las almas que nos dan vida; a los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud, de la buena crianza y de las buenas y cristianas costumbres, para que cuando grandes sean báculo de la vejez de sus padres y gloria de su posteridad; y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso; y cuando no se ha de estudiar para pane lucrando, siendo tan venturoso el estudiante, que le dio el cielo padres que se lo dejen, sería yo de parecer que le dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren inclinado; y aunque la de la poesía es menos útil que deleitable, no es de aquellas que suelen deshonrar a quien las posee. La poesía, señor hidalgo, a mi parecer, es como una doncella tierna y de poca edad, y en todo estremo hermosa a quien tienen cuidado de enriquecer, pulir y adornar otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias, y ella se ha de servir de todas, y todas se han de autorizar con ella; pero esta tal doncella no quiere ser manoseada, ni traída por las calles, ni publicada por las esquinas de las plazas ni por los rincones de los palacios. Ella es hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable precio; hala de tener, el que la tuviere, a raya, no dejándola correr en torpes sátiras ni en desalmados sonetos; no ha de ser vendible en ninguna manera, si ya no fuere en poemas heroicos, en lamentables tragedias, o en comedias alegres y artificiosas; no se ha de dejar tratar de los truhanes, ni del ignorante vulgo, incapaz de conocer ni estimar los tesoros que en ella se encierran. Y no penséis, señor, que yo llamo aquí vulgo solamente a la gente plebeya y humilde; que todo aquel que no sabe, aunque sea señor y príncipe, puede y debe entrar en número de vulgo. Y así, el que con los requisitos que he dicho tratare y tuviere a la poesía, será famoso y estimado su nombre en todas las naciones políticas del mundo. Y a lo que decís, señor, que vuestro hijo no estima mucho la poesía de romance, doyme a entender que no anda muy acertado en ello, y la razón es ésta: el grande Homero no escribió en latín, porque era griego, ni Virgilio no escribió en griego porque era latino. En resolución, todos los poetas antiguos escribieron en la lengua que mamaron en la leche, y no fueron a buscar las estranjeras para declarar la alteza de sus conceptos. Y siendo esto así, razón sería se estendiese esta costumbre por todas las naciones, y que no se desestimase el poeta alemán porque escribe en su lengua, ni el castellano, ni aun el vizcaíno, que escribe en la suya. Pero vuestro hijo, a lo que yo, señor, imagino, no debe de estar mal con la poesía de romance, sino con los poetas que son meros romancistas, sin saber otras lenguas ni otras ciencias que adornen y despierten y ayuden a su natural impulso, y aun en esto puede haber yerro; porque, según es opinión verdadera, el poeta nace; quieren decir que del vientre de su madre el poeta natural sale poeta; y con aquella inclinación que le dio el cielo, sin más estudio ni artificio, compone cosas, que hace verdadero al que dijo: est deus in nobis…, etcétera. También digo que el natural poeta que se ayudare del arte será mucho mejor y se aventajará al poeta que sólo por saber el arte quisiere serlo; la razón es porque el arte no se aventaja a la naturaleza, sino perficiónala; así que, mezcladas la naturaleza y el arte, y el arte con la naturaleza, sacarán un perfectísimo poeta. Sea, pues, la conclusión de mi plática, señor hidalgo, que vuesa merced deje caminar a su hijo por donde su estrella le llama; que, siendo él tan buen estudiante como debe de ser, y habiendo ya subido felicemente el primer escalón de las esencias, que es el de las lenguas, con ellas por sí mesmo subirá a la cumbre de las letras humanas, las cuales tan bien parecen en un caballero de capa y espada, y así le adornan, honran y engrandecen como las mitras a los obispos, o como las garnachas a los peritos jurisconsultos. Riña vuesa merced a su hijo si hiciere sátiras que perjudiquen las honras ajenas, y castíguele, y rómpaselas; pero si hiciere sermones al modo de Horacio, donde reprehenda los vicios en general, como tan elegantemente él lo hizo, alábele; porque lícito es al poeta escribir contra la invidia, y decir en sus versos mal de los invidiosos, y así de los otros vicios, con que no señale persona alguna; pero hay poetas que a trueco de decir una malicia, se pondrán a peligro que los destierren a las islas de Ponto. Si el poeta fuere casto en sus costumbres, lo será también en sus versos; la pluma es lengua del alma: cuales fueren los conceptos que en ella se engendraren, tales serán sus escritos; y cuando los reyes y príncipes veen la milagrosa ciencia de la poesía en sujetos prudentes, virtuosos y graves, los honran, los estiman y los enriquecen, y aun los coronan con las hojas del árbol a quien no ofende el rayo como en señal que no han de ser ofendidos de nadie los que con tales coronas [se] veen honrados y adornadas sus sienes.
35. Admirado quedó el del verde gabán del razonamiento de don Quijote, y tanto, que fue perdiendo de la opinión que con él tenía, de ser mentecato.
8. El Q.II.18.47-48.
 CAPÍTULO XVIII. De lo que sucedió a don Quijote en el castillo o casa del Caballero del Verde Gabán, con otras cosas extravagantes
47. En acabando de decir su glosa don Lorenzo, se levantó en pie don Quijote, y en voz levantada, que parecía grito, asiendo con su mano la derecha de don Lorenzo, dijo:
48. —¡Viven los cielos donde más altos están, mancebo generoso, que sois el mejor poeta del orbe, y que merecéis estar laureado, no por Chipre ni por Gaeta, como dijo un poeta, que Dios perdone, sino por las academias de Atenas, si hoy vivieran, y por las que hoy viven de París, Bolonia y Salamanca! Plega al cielo que los jueces que os quitaren el premio primero, Febo los asaetee y las Musas jamás atraviesen los umbrales de sus casas.
9. El Q.II. 19.14-17.
CAPÍTULO XIX. Donde se cuenta la aventura del pastor enamorado, con otros en verdad graciosos sucesos
14. —Fiscal has de decir —dijo don Quijote—; que no friscal, prevaricador del buen lenguaje, que Dios te confunda.
15. —No se apunte vuestra merced conmigo—respondió Sancho—, pues sabe que no me he criado en la corte, ni he estudiado en Salamanca, para saber si añado o quito alguna letra a mis vocablos. Sí, que ¡válgame Dios! no hay para qué obligar al sayagués a que hable como el toledano, y toledanos puede haber que no las corten en el aire en esto del hablar polido.
16. —Así es—dijo el licenciado—; porque no pueden hablar tan bien los que se crían en las Tenerías y en Zocodover como los que se pasean casi todo el día por el claustro de la Iglesia Mayor, y todos son toledanos. El lenguaje puro, el propio, el elegante y claro, está en los discretos cortesanos, aunque hayan nacido en Majalahonda: dije discretos porque hay muchos que no lo son, y la discreción es la gramática del buen lenguaje, que se acompaña con el uso. Yo, señores, por mis pecados, he estudiado Cánones en Salamanca, y pícome algún tanto de decir mi razón con palabras claras, llanas y significantes.
17. —Si no os picáredes más de saber más menear las negras que lleváis que la lengua—dijo el otro estudiante—, vos llevárades el primero en licencias, como llevastes cola
10. El Q.II.33.19.
 CAPÍTULO XXXIII. De la sabrosa plática que la duquesa y sus doncellas pasaron con Sancho Panza, digna de que se lea y de que se note
19. —Eso digo yo—dijo Sancho Panza—; que si mi señora Dulcinea del Toboso está encantada, su daño; que yo no me tengo de tomar, yo, con los enemigos de mi amo, que deben de ser muchos y malos. Verdad sea que la que yo vi fue una labradora, y por labradora la tuve, y por tal labradora la juzgué; y si aquélla era Dulcinea, no ha de estar a mi cuenta, ni ha de correr por mí, o sobre ello, morena. No, sino ándense a cada triquete conmigo a dime y diréte, «Sancho lo dijo, Sancho lo hizo, Sancho tornó ySancho volvió», como si Sancho fuese algún quienquiera, y no fuese el mismo Sancho Panza, el que anda ya en libros por ese mundo adelante, según me dijo Sansón Carrasco, que, por lo menos, es persona bachillerada por Salamanca, y los tales no pueden mentir si no es cuando se les antoja o les viene muy a cuento; así, que no hay para qué nadie se tome conmigo, y pues que tengo buena fama, y, según oí decir a mi señor, que más vale el buen nombre que las muchas riquezas, encájenme ese gobierno, y verán maravillas; que quien ha sido buen escudero será buen gobernador.
11. El Q.II.66.13-24.
CAPÍTULO LXVI. Que trata de lo que verá el que lo leyere, o lo oirá el que lo escuchare leer
12. En estas razones y pláticas se les pasó todo aquel día, y aun otros cuatro, sin sucederles cosa que estorbase su camino; y al quinto día, a la entrada de un lugar, hallaron a la puerta de un mesón mucha gente, que, por ser fiesta, se estaba allí solazando. Cuando llegaba a ellos don Quijote, un labrador alzó la voz diciendo:
13. —Alguno destos señores que aquí vienen, que no conocen las partes, dirá lo que se ha de hacer en nuestra apuesta.
14. —Sí, diré, por cierto—respondió don Quijote—, con toda rectitud, si es que alcanzo a entenderla.
15. —Es, pues, el caso—dijo el labrador—, señor bueno, que un vecino deste lugar, tan gordo, que pesa once arrobas, desafió a correr a otro su vecino, que no pesa más que cinco. Fue la condición que habían de correr una carrera de cien pasos con pesos iguales; y habiéndole preguntado al desafiador cómo se había de igualar el peso dijo que el desafiado, que pesa cinco arrobas, se pusiese seis de hierro a cuestas, y así se igualarían las once arrobas del flaco con las once del gordo.
16. —Eso no —dijo a esta sazón Sancho, antes que don Quijote respondiese—. Y a mí, que ha pocos días que salí de ser gobernador, y juez, como todo el mundo sabe, toca averiguar estas dudas y dar parecer en todo pleito.
17. —Responde en buen hora—dijo don Quijote—, Sancho amigo; que yo no estoy para dar migas a un gato, según traigo alborotado y trastornado el juicio.
18. Con esta licencia, dijo Sancho a los labradores, que estaban muchos alrededor dél, la boca abierta, esperando la sentencia de la suya:
19. —Hermanos, lo que el gordo pide no lleva camino, ni tiene sombra de justicia alguna; porque si es verdad lo que se dice, que el desafiado puede escoger las armas, no es bien que éste las escoja tales que le impidan ni estorben el salir vencedor; y así, es mi parecer que el gordo desafiador se escamonde, monde, entresaque, pula y atilde, y saque seis arrobas de sus carnes, de aquí o de allí de su cuerpo, como mejor le pareciere y estuviere, y desta manera, quedando en cinco arrobas de peso, se igualará y ajustará con las cinco de su contrario, y así podrán correr igualmente.
20. —¡Voto a tal—dijo un labrador que escuchó la sentencia de Sancho—que este señor ha hablado como un bendito y sentenciado como un canónigo! Pero a buen seguro que no ha de querer quitarse el gordo una onza de sus carnes, cuanto más seis arrobas.
21. —Lo mejor es que no corran—respondió otro—, porque el flaco no se muela con el peso, ni el gordo se descarne; y échese la mitad de la apuesta en vino, y llevemos estos señores a la taberna de lo caro, y sobre mí…, la capa cuando llueva
22. —Yo, señores—respondió don Quijote—, os lo agradezco; pero no puedo detenerme un punto, porque pensamientos y sucesos tristes me hacen parecer descortés y caminar más que de paso.
23. Y así, dando de las espuelas a Rocinante, pasó adelante, dejándolos admirados de haber visto y notado así su estraña figura como la discreción de su criado, que por tal juzgaron a Sancho. Y otro de los labradores dijo:
24. —Si el criado es tan discreto, ¡cuál debe de ser el amo! Yo apostaré que si van a estudiar a Salamanca, que a un tris han de venir a ser alcaldes de corte; que todo es burla, sino estudiar y más estudiar, y tener favor y ventura, y cuando menos se piensa el hombre, se halla con una vara en la mano o con una mitra en la cabeza.
25. Aquella noche la pasaron amo y mozo en mitad del campo, al cielo raso y descubierto…

 

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Joaquim Coll: Un ridículo histórico § María-José Peña: Los epílogos del Proces


Joaquim Coll, Historiador:

No sólo el relato independentista se ha hundido, sino que sus líderes han acabado protagonizando un final vergonzoso que debería enterrar sus carreras políticas para siempre.

Rafael Arenas García, Catedrático de derecho internacional privado en la Universitat Autonoma de Barcelona:

El sábado tuvimos la equívoca declaración de Puigdemont y el domingo la gran manifestación que tan necesaria era para que el mundo se diera cuenta de que una parte importante de los catalanes no son en absoluto nacionalistas.

El lunes era el día clave, aquél en el que podría darse el conflicto entre los consejeros cesados y las autoridades designadas por el Gobierno. Cuando a media mañana ya era evidente que no se habían intentado mantener los despachos y que Forcadell asumía la disolución del Parlamento podíamos dar por concluido el proceso.

Pero toda la locura secesionista ha ido siempre de propaganda e imagen, por lo que faltaba que también desde esa perspectiva se produjera la caída del telón.

La rocambolesca escapada de Puigdemont y parte de su gobierno a Bruselas y la esperpéntica rueda de prensa del 31 de octubre, incluidas las mentiras y las flagrantes contradicciones era lo que faltaba para que ya todos supieran de qué pasta esta hecho el secesionismo.

La rueda de prensa de Puigdemont en Bruselas fue el broche adecuado para esta farsa que tanto nos ha costado en dinero, democracia y convivencia.

Como dice Joaquim Coll, un ridículo histórico

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María-José Peña, Analista política:

El proces se ha acabado. Pero lo que no se ha acabado ni ha desaparecido es el nacionalismo ni quienes han sustentado ese fatídico proces cuyos epílogos resultan sorprendentes.
Posiblemente, el más sorprendente sea el de un President y sus consellers que, recién declarada la República de Catalunya, abandonan funciones y territorio y se van en cuadrilla a Bélgica, en pretensión, quizá, de escapar a sus responsabilidades golpistas.

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Xavier Arbós, catedràtic de dret constitucional: «què diran ara?»

«Han tractat al poble de Catalunya com si fos imbècil»

Teresa Freixes, Catedrática Jean Monnet ad personam en Europäische Union y Catedrática en Universitat Autònoma de Barcelona

LAS MENTIRAS DEL PROCÉS
Xavier Arbós, Catedrático de Derecho Constitucional y amigo, lamenta que el procés haya estado fundado en una mentira detrás de otra.

Es como para hacer una novela. Quizás lo haga, al estilo de las de Graham Green.

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Un ridículo histórico

por Joaquim Coll

Entretenidos por los pequeños detalles de la actualidad, corremos el riesgo de no ser conscientes de la enorme dimensión de lo que ha pasado en Cataluña estas semanas. El separatismo no sólo ha fracasado en sus objetivos políticos, sino que ha acabado enterrando cinco años de procés con un ridículo insoslayable. Se ha producido el hundimiento de su relato en todos los frentes, desde el carácter indoloro para la economía de la intentona secesionista, hasta la creencia en la mediación internacional una vez consumado el 1-O o los reconocimientos diplomáticos que llegarían tras la DUI. Y por si los elementos exógenos del gran fiasco no fueran suficientes, resulta que el Govern separatista no había preparado, se reprocha ahora abiertamente desde la CUP, las estructuras de Estado y los mecanismos de ocupación del territorio para hacer efectiva la unilateralidad tras el nacimiento de la República catalana.

El daño causado por los líderes separatistas a toda la sociedad catalana no tiene parangón en democracia y el engaño a sus votantes ha sido masivo. Sobre el amplio catálogo de mentiras y fracasos habrá que insistir muchas veces antes del 21D para exigir responsabilidades a aquellos dirigentes del procés que vayan a concurrir a las elecciones autonómicas. Muy particularmente a Oriol Junqueras, principal aspirante, según las encuestas, a presidir la Generalitat. Ayer mismo publicó un artículo en La Vanguardia, explicando su labor en estos 21 meses al frente del Departamento de Economía. Pues bien, ahora resulta que la independencia ni nada relacionado con el procés figuraba entre sus objetivos como número dos del Govern. ¡Increíble! La pregunta es si sus electores, no ya los cargos paniaguados de ERC, se lo tendrán en cuenta o le volverán a votar por simple melancolía.

No sólo el relato independentista se ha hundido, sino que sus líderes han acabado protagonizando un final vergonzoso que debería enterrar sus carreras políticas para siempre (a la espera de lo que en algunos casos determine la justicia en cuanto a posibles delitos). La DUI votada secretamente fue un falsete, un intento de dar una pequeña satisfacción a su electorado y al activista de la calle para esconder una derrota incontestable y salvar las evidencias de una división interna muy profunda. Las caras ese día en el Parlament de Puigdemont, Junqueras y Forcadell eran reveladoras del triste engaño. El fin de semana, los miembros cesados del Govern estuvieron básicamente escondidos, mientras los comités de defensa de la república esperaban instrucciones para llevar a cabo la resistencia. Carles Puigdemont difundió el sábado al mediodía una insustancial declaración jugando como siempre a los equívocos. Ahora sabemos que estaba ultimando los preparativos de su «huida» a Bélgica con parte de sus exconsellers.

El lunes a primera hora de la mañana sólo Josep Rull, que quiere encabezar la lista por el PDeCAT en competencia con el moderado Santi Vila, se hizo una selfie desde su despacho, al que accedió furtivamente, para abandonarlo rápidamente tras el aviso de los Mossos de que se arriesgaba a sumar otro delito. No hubo ningún acto de desobediencia en la Generalitat, ni sombra alguna de esas multitudes que debían concentrarse ante las puertas de las consejerías para evitar la ejecución material del 155. Y cuando al mediodía del lunes, poco después de hacerse pública la querella de la Fiscalía General del Estado, se dio a conocer la noticia del viaje secreto de Puigdemont en busca de una posible demanda de asilo, el ridículo alcanzó la categoría de esperpento y casi pareció emular esa patética fuga del conseller de Governació Josep Dencàs por las cloacas del Palau de la Generalitat en octubre de 1934.

→ Puigdemont, con su esperpento, casi pareció emular esa patética fuga del conseller de Governació Josep Dencàs por las cloacas del Palau de la Generalitat en octubre de 1934 ←

Ayer Puigdemont intentó reparar la imagen de bochorno justificando su presencia en Bruselas por razones de seguridad, afirmando que en Cataluña se había instalado el “caos” desde el 1-O tras la actuación “represiva” del Gobierno español, lo que fue visiblemente negado por los periodistas que seguían en directo la rueda de prensa. El cesado president no aclaró si pensaba volver a España y negó que pretendiera pedir asilo político, aunque lo más probable es que lo intente cuando se produzca la orden europea de detención y entrega, pues para eso ha contratado a un abogado belga especialista en la materia. Se presentó encabezando parte de un Govern en el exilio (que dispone de página web usurpando los logos oficiales de la Generalitat y el diseño corporativo), aunque avaló al mismo tiempo la estrategia de los partidos independentistas de presentarse a las elecciones autonómicas convocadas por el Gobierno español para convertirlas en otras plebiscitarias. En su constante huida hacia delante, ahora para eludir la cárcel, son personajes incapaces de recapacitar sobre su insoslayable ridículo.

Fuente: Joaquim Coll:
Un ridículo histórico

31.10.2017

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LOS EPíLOGOS DEL PROCES

por María-José Peña

Este pasado fin de semana, todo ha cambiado en Cataluña. Hemos pasado de la Declaración de Independencia por una parte del Parlament (que inmediatamente después salió casi en estampida a organizar sus vidas personales y políticas fuera de la recién declarada independencia), hasta la intervención de la Autonomía por el Gobierno, la destitución del President golpista y su Govern, la disolución del Parlament y el anuncio de nuevas autonómicas para el 21-D.

Y ayer, Cataluña, la otra Cataluña tantos años silenciada e ignorada, salió a la calle. Quiere ser, estar y hablar. ¡Y todo en un fin de semana!.

El proces se ha acabado. Pero lo que no se ha acabado ni ha desaparecido es el nacionalismo ni quienes han sustentado ese fatídico proces cuyos epílogos resultan sorprendentes.

Posiblemente, el más sorprendente sea el de un President y sus consellers que, recién declarada la República de Catalunya, abandonan funciones y territorio y se van en cuadrilla a Bélgica, en pretensión, quizá, de escapar a sus responsabilidades golpistas.

Tampoco es menor el grotesco episodio protagonizado por el PSC y quien fuera President de la Autonomía y hoy es Senador, José Montilla .

El PSC ayer compareció en la manifestación convocada al grito de Catalanes Somos Todos y en apoyo del 155. Como si no hubieran sido ellos quienes con sus pendulares posturas, con su decir y no hacer, con su pactismo y con su equidistancia ofensiva para con derechos mermados de los catalanes hispanohablantes de sus bases, no hubieran sido en gran medida responsables de hallarnos donde estamos y de retardar la intervención.

El Sr.Montilla, por su parte, impulsor y paradigma de tal comportamiento político, se abstuvo de apoyar al Estado para la aplicación del 155. Ya saben, “le importaban las instituciones”, dijo justificándose, “y no quería que las intervinieran”. Le importaban menos, ¡cosas de la vida!, los conciudadanos suyos intervenidos por esa Generalitat que pasaban a ser extranjeros, y el desleal embate al Estado del que cobra.

Y para terminar la pequeña muestra de comportamientos variopintos que nos ha dado el fin de semana, el de la escurridiza posición de la Sra. Ada Colau, la nueva estrella de la política catalana, la reina de la ambigüedad ante situaciones que pudieran perjudicarla en su ascenso político. Su verbo suelto y resuelto no consigue esconder en sus respuestas el cálculo permanente para saber qué interesa más a su consolidación como figura emergente de una pseudoizquierda alternativa y moderadamente nacionalista que está decidida a encarnar.

Aunque el procés haya acabado, ante las nuevas elecciones convocadas para el día 21-D subsisten muchos peligros y hay que estar atentos porque el nacionalismo que se quiere llamar moderado sigue vivo y quiere ser el nuevo interlocutor “catalán” del Gobierno.

¡Cuidado con él!.

Fuente: María-José Peña: LOS EPILOGOS DEL PROCES
30 de octubre a las 22:49

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00:06 Écrit par SaGa Bardon dans Amistad Europea UniversitariaEspañaEuropa

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Alejandro Ango: ¿Elecciones Autonómicas? ¡No! ¡155 y Elecciones Generales!


En nombre de la Amistad Europea Universitaria y en el mío propio comparto y apoyo la proposición de Alejandro Ango como la más consecuente con la defensa de la Soberanía del Pueblo Español, consagrada por la Constitución Española, en vigor desde el 29/12/1978:

«Por una vez, por una sola vez en 40 años, España entera está cuajada de banderas constitucionales en los balcones, y no es por el fútbol; y en Cataluña mismo ha salido un millón de personas a la calle frente al alzamiento de la Generalidad. Sería una irresponsabilidad rayana en lo criminal no aprovechar todo ese formidable capital político para constituir unas Cortes que expresen lo que todos españoles quieren, no sólo para reconducir la situación actual, sino para formular a futuro el alcance de cesiones y concesiones al régimen autonómico.»

¿ELECCIONES AUTONOMICAS? ¡NO! ¡155 Y ELECCIONES GENERALES!

Ante el disparate de la propuesta de unas elecciones autonómicas en Cataluña, de imposible celebración en unas condiciones mínimas de limpieza y neutralidad institucionales del convocante, y ante la parálisis ensimismada, absorta, del Gobierno, que no acaba de creerse que tiene a una parte del territorio peleando la batalla, no ya de la política ni del Derecho españoles, sino de la extraterritorialidad que le libere de ambos, sólo queda un camino (que quizá era el único camino desde hace ya muchos meses): aplicación rigurosa del 155 y celebración de ELECCIONES GENERALES.

Lo que la Generalidad está perjudicando es el interés general, no sólo el de Cataluña (desde la economía nacional al orden público, pasando por la credibilidad de España como Estado capaz de garantizar la seguridad jurídica en todo su territorio), y lo que está poniendo en entredicho es la soberanía nacional y la integridad territorial de España. Son cuestiones que nunca deberían dejarse, ni siquiera indirectamente, al albur del resultado de unas elecciones regionales sin oír a los demás españoles.

El Gobierno no tiene apoyo ni siquiera para aprobar los presupuestos tras el desentendimiento del PNV a la palabra dada, y las Cortes actuales no fueron elegidas por los votantes pensando en enfrentar una deslealtad institucional tan grave. Con el presupuesto previo, ineludible e imprescindible de que se proceda por el Gobierno saliente al inmediato restablecimiento del orden jurídico y constitucional en Cataluña, debe convocar inmediatamente después elecciones generales, y que cada partido recoja el rédito o castigo que le depare la postura asumida ante la situación que vivimos: veremos dónde acaban los contemporizadores del nacionalismo dentro del PSOE-PSC y dónde acaban PODEMOS y afines.

Por una vez, por una sola vez en 40 años, España entera está cuajada de banderas constitucionales en los balcones, y no es por el fútbol; y en Cataluña mismo ha salido un millón de personas a la calle frente al alzamiento de la Generalidad. Sería una irresponsabilidad rayana en lo criminal no aprovechar todo ese formidable capital político para constituir unas Cortes que expresen lo que todos españoles quieren, no sólo para reconducir la situación actual, sino para formular a futuro el alcance de cesiones y concesiones al régimen autonómico.

Por decirlo en corto: si alguien quiere hacer a las bravas tábula rasa del pacto de convivencia para renegociarlo coactivamente, a lo mejor hay que coger el guante y ver hasta dónde quieren los españoles (todos) que esa gente siga teniendo mando en plaza.

Alejandro Ango
19.10.2017.

Fuente: Alejandro Ango: ¿ELECCIONES AUTONOMICAS? ¡NO! ¡155 Y ELECCIONES GENERALES!

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Los ciudadanos al Sr Rajoy: Hemos hecho lo que teníamos que hacer, haga usted lo que le corresponde.


En nombre de la Amistad Europea Universitaria comparto y hago nuestra la petición del catedrático Rafael Arenas García al Presidente del Gobierno Español y el texto que la precede y justifica:

«Los ciudadanos hemos hecho lo que teníamos que hacer, haga ahora usted lo que le corresponde»

Texto del catedrático Rafael Arenas García que justifica esta petición:

La respuesta de Puigdemont deja claro que su actuación en absoluto está guiada ni sujeta al marco constitucional y estatutario. Habla de diálogo, pero sobre la base del mandato del 1 de octubre; esto es, sobre la creación de la República Catalana y hace patente que considera eficaz tanto la Ley del Referéndum del 6 de septiembre como los presuntos resultados de la consulta del 1 de octubre.

Puigdemont ya no actúa como un presidente autonómico, sino como el jefe de la trama que pretende destruir el orden constitucional en Cataluña.

Sigue en el Palacio de la Plaza de Sant Jaume, sigue siendo el jefe de una administración que debería ser constitucional y que ya no lo es; y dentro de esta administración está la policía autonómica que tantas muestras ha dado ya de formar parte de la trama golpista que se ha hecho con el poder en Cataluña.

La respuesta del Gobierno al desafío se demorará todavía un par de semanas. Un plazo hasta el jueves esperando lo que no va a pasar, un Consejo de Ministros probablemente el viernes y luego aprobación de medidas en el Senado quizás la semana que viene.

Como ciudadano catalán me siento rehén de los nacionalistas y lamento decir que no confío excesivamente en lo que vaya a hacer el gobierno de mi país para liberar a los millones de catalanes que estamos padeciendo desde hace un mes y 10 días un golpe de Estado de manual.

Salimos a la calle masivamente el día 8 de octubre para mostrar que somos muchos los que nos sentimos atrapados en este golpe contra nuestras instituciones, de eso hace ya 8 días.

Los días 6 y 7 de septiembre fuimos muchos los que pedimos que se actuara ante el golpe institucional que se había dado en el Parlamento. Se nos dijo que tuviéramos calma.

La tuvimos y vimos cómo se usaban nuestros datos personales para construir censos ilegales, se nos llamaba a formar parte de mesas electorales, cómo nuestros colegios eran utilizados para desafiar al Tribunal Constitucional y cómo nuestra policía servía para ayudar a trasladar las cajas que se habían llenado irregularmente de papeletas que pretendían ser de votación.

Tuvimos paciencia cuando se declaró una huelga patriótica y de nuevo los Mossos actuaron para proteger a los piquetes que cortaban las carreteras.

Seguimos teniendo paciencia cuando el día 10 se produjo la esperpéntica declaración de Puigdemont en el Parlamento de Cataluña.

Ahora seguiremos teniendo paciencia; pero, Sr. Rajoy, antes de que usted adopte sus medidas, antes de que el Senado las apruebe, el Sr. Puigdemont actuará, como lo hizo antes el 6 y el 7 de septiembre, como lo hizo el 1 de octubre, y como volverá hacerlo.

Los ciudadanos hemos hecho lo que teníamos que hacer, haga ahora usted lo que le corresponde.

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Puigdemont no responde al Gobierno sobre la declaración de independencia

El presidente de la Generalitat pide una reunión con Rajoy para establecer una negociación con un plazo de dos meses
ABC.ES

Carta del presidente de la Generalitat al presidente del Gobierno

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Comentario del catedrático Rafael Arenas García a la Respuesta del presidente del Gobierno a la carta del presidente de la Generalitat:

Nunca un país (porque lo que Rajoy hace como presidente del Gobierno a todo el país afecta) ha tenido tanta paciencia con unos golpistas.

Tres días más a la intemperie. Sometidos los ciudadanos catalanes a una Generalitat abiertamente insurreccional.

La economía en caída libre, la confianza perdida, la convivencia rota.

Hoy llevamos ya un mes y diez días de golpe de Estado, el que comenzó en aquella ignominiosa sesión del Parlamento de 6 de septiembre. Un golpe sordo y sórdido, lleno de engaños y trampas que mostró su auténtica faz autoritaria el 3 de octubre, cuando todos fuimos convocados por el poder a una huelga patriótica.

Respuesta del presidente del Gobierno al presidente de la Generalitat

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 16.10.17 | 11:55. Archivado en EuropaAmistad Europea UniversitariaEspañaConvivencias europeasÉticaPro justitia et libertateGeopolítica

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María-José Peña: ¡ALLí HEMOS ESTADO!

 


El día antes del 8-O:

Mañana, manifestación.

¡Todos allí, contra el golpe y en defensa de nuestros derechos y nuestras libertades!.

Y de paso, ese calorcillo de saberse muchos, muchísimos…

Y de paso, ese calorcillo de sentirse en tierra propia, entre conciudadanos…

Y de paso, que lo sepan, aquí somos más de la mitad y en el resto de España somos todos.

Y de paso, ¡venga!, ese empujoncito al Gobierno a ver si se entera de que ellos tampoco están solos y pueden y deben hacer lo que les toca.

Y de paso, día de fiesta, entre amigos, entre españoles, entre ciudadanos.

Ya sabéis, ¡allí nos vemos!.

El 8-O:

¡Allí hemos estado!.

Los que vivimos aquí, muchos de los que vivís por ahí y, sé que con el corazón, todos los demás.
Hoy nos han visto y nos han oído.

Los que el otro día estuvieron en sus casas, respetando el orden y la Ley, hoy han estado en la calle manifestando que “son”, que con ellos hay que contar para decidir y que ni sueñen, ni el nacionalismo ni los secesionistas, que van a privarnos de derechos o a romper España.

Desde la fuerza que da sentirse ciudadano entre ciudadanos, demócrata entre demócratas, españoles entre españoles, allí estábamos.

No ha habido altercados; más de un millón de personas en orden y en alegría, sin quemar coches, sin llevar niños como escudos, sin enfrentamientos, sin falsos heridos… nada de todo eso. Allí estábamos.

Allí estábamos dando vivas a España, a nuestra Policía, a nuestra democracia, a nuestra Constitución, con la confianza y la seguridad de que somos los que no queremos tomar las calles, los que no queremos amedrentar a los demás, los que no queremos privar de derechos a otros, pero también los que no consentirán que triunfe ese desafío nacionalista en contra de los derechos de todos.

Hoy hemos hablado y hoy nos hemos dado nuestro derecho a decidir, y hemos decidido que somos, que estamos, que somos más de media Cataluña y toda España los que tienen algo que decir. Y lo hemos dicho.
Mañana, cada uno a sus ocupaciones, como nos gustaría que fuera siempre, pero seguros y sin miedo. ¡Ya hemos hablado, allí, dónde hemos estado!.

Ahora, alguien más tiene que hablar; y esperamos que lo haga, porque los que tenían que hablar ya lo han hecho y ahora toca actuar.

Para todos, queridos amigos, besos y abrazos. Hoy somos un poco más libres porque los que callaban han hablado hoy.

Maria Jose Peña
14 h ·
¡ALLI HEMOS ESTADO!

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Las «confusiones» sobre Cataluña = Les ‘confusions’ sur la Catalogne = The ‘confusions’ about Catalonia

Los fundadores de ‘Basta Ya’ aclaran a J-C.Juncker las «confusiones» sobre Cataluña


Les fondateurs de ‘Basta Ya’ clarifient pour J-C.Juncker les ‘confusions’ sur la Catalogne

The founders of ‘Basta Ya’ clarify for J-C.Juncker the ‘confusions’ about Catalonia

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09.10.17 | 11:50. Archivado en EuropaAmistad Europea UniversitariaEspañaSociogenéticaConvivencias europeasPro justitia et libertate

 

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Irene Glez Fdez: Mis razones para manifestar en Barcelona mañana

CAMINO DE BARCELONA PARA LA MANIFESTACIÓN DEL 8 DE OCTUBRE.

MIS RAZONES:

Tras muchos años conociendo los casos de lucha personal y en solitario de padres que osan solicitar que sus hijos estudien en español en colegios donde no destinas tu sueldo a pagarlos.

Tras muchos años de personas que tuvieron que abandonar Cataluña porque allí les había llegado la muerte civil a causa del nacionalismo, hoy secesionista, la fase inexorablemente siguiente al mismo.

Tras muchos años de conocer casos de acoso, exclusión e historias heroicas y humildes de ciudadanos que defienden el orden constitucional donde las instituciones decidieron retirarse, para no molestar a los del nuevo orden supremacista racista.

Tras ataques en la Universidad Autónoma de Barcelona, tomada hace años por los cachorros del régimen, contra los jóvenes de Sociedad Civil Catalana o contra cualquiera que oliese a disidente.

Vaya por delante, que es por ellos, con ellos, que somos nosotros.

Es un movimiento sin precedentes que parte realmente de los ciudadanos, como individuos libres, que queremos defender el Estado de derecho, el orden constitucional, que es lo que nos protege a todos, especialmente al último olvidado, frente al que quiera ejercer el poder tiránico y arbitrario, defender lo que nos hace libres e iguales en una sociedad moderna, abierta, sin muros de gulag ideológicos entre los ciudadanos.

Este movimiento cargado de belleza, representa la modernidad en la Europa de los nacionalismos y del discurso censor y radical del buenismo, de la infantil y ridícula tiranía de lo políticamente correcto.

Europa debería aprender y no juzgar sin saber lo que está pasando en este país, que incluso ante una inacción por parte de las Instituciones, las responsables de defender nuestro orden constitucional frente a quien pretenda destruirlo, ante una incompetencia por incomparecencia del gobierno de Rajoy, y con un mensaje de defensa por parte del Rey del Estado de derecho, la ciudadanía no ha renunciado a su deber y a su anhelo de convivencia, demostrando que la libertad individual es anterior y posterior a la existencia del Estado.

Somos ciudadanos cargados de razones, que estamos dispuestos a no fiar nuestro destino en manos de quien pretenda destruir lo que somos. La manifestación es una expresión de nuestros valores democráticos, de nuestras convicciones más profundas, de querer ser libres e iguales en España.

A Barcelona con dignidad, sin odio y con emoción. Porque el #Noestáissolos para mí es una realidad personal.

Y por muchas advertencias de cortes de carreteras, llegaremos a Barcelona, porque como bien recuerda Cayetana Álvarez, esto jamás ha sido un tema local. Llega el día de que quien no haya entendido esto, lo vea con sus ojos.

Nos vemos en Barcelona.

Irene González Fernández

Irene estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y trabaja en la Administración General del Estado.

Irene en FaceBook

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Las «confusiones» sobre Cataluña = Les ‘confusions’ sur la Catalogne = The ‘confusions’ about Catalonia

Los fundadores de ‘Basta Ya’ aclaran a J-C.Juncker las «confusiones» sobre Cataluña


Les fondateurs de ‘Basta Ya’ clarifient pour J-C.Juncker les ‘confusions’ sur la Catalogne

The founders of ‘Basta Ya’ clarify for J-C.Juncker the ‘confusions’ about Catalonia

07.10.17 | 17:27. Archivado en EuropaAmistad Europea UniversitariaEspañaSociogenéticaConvivencias europeasÉticaMigracionesPro justitia et libertateGeopolítica

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The founders of ‘Basta Ya’ clarify for J-C.Juncker the ‘confusions’ about Catalonia

Basta ya Prix-Sakharov-2000 2:2

Photo: 2000 Award ceremony: ¡BASTA YA! – 2000, Espagne (1)

On my own behalf and on behalf of the European University Friendship, I share and support this letter from the founders of the Civic Platform ¡Basta Ya! to Mr Jean-Claude Juncker, President of the European Commission.

 

Mr. Jean-Claude Juncker
President of the European Commission
Rue de la Loi / Wetstraat 200
1049 Brussels
3rd October 2017
Dear Mr President,
We address you as founding members of the Civic Initiative Basta Ya!, awarded the Sakharov Prize in 2000 for its commitment to freedoms in the Basque Country. As Spanish and European citizens, we are very concerned about the confusion regarding what is happening in Spain in relation to Catalonia. We do not want to remain in silence while facts are being replace by propaganda and the emotions are being manipulated by a pro-independence regional government which stands in open rebellion against the Spanish democracy and the European Treaties.
Let us start by listing a number of obvious facts:
1. Citizens in Catalonia, as well as in the rest of Spain, regularly vote in accordance with democratic rules; in Catalonia, six times in the last five years. It is completely false that they are prevented from voting.
2. The Catalan authorities have violated their own laws: in the parliamentary sessions of 6 and 7 September 2017 prevented the opposition parties to exercise their parliamentary rights to submit amendments and discuss the, unconstitutional, Ley Express (“Express Law”), to hold a referendum of self-determination.
3. Education in Catalonia, under regional control, has been used systematically to indoctrinate in hatred of Spain, to spread Catalan supremacism and to discriminate against Spanish-speaking students (more than 50%). The schoolchildren have been used by the Catalan government for demonstrations and public events in favor of independence, and schools and universities have even been closed by decision of the regional government in order to encourage their attendance in certain demonstrations.
4. Catalonia is one of the most prosperous regions in Spain and its citizens enjoy a high standard of living and one of the highest levels of self-government out of any region in Europe. The region of Catalonia has never been an independent political entity. It was a set of counties that formed part of France, and then of the Kingdom of Aragon until it was dynastically merged with the Kingdom of Castile in 1492, creating the current Kingdom of Spain.
5. The party that has traditionally ruled Catalonia (formerly CiU; now PDCat) has spent 30 years using public money, coming from tax-payers from entire Spain, to promote its separatist agenda while blaming Spain for its cuts in social policies, education and health with the accusation “Espanya ens roba” (“Spain is stealing us”).
6. Some of the most important leaders of that same party -including two former presidents, Jordi Pujol and Artur Mas – are currently accused in trials for political corruption, and have been continuously financing their party with a corrupt system known as 3%, as that percentage was the minimum that public providers had to pay to access any public contract. Parallel to the judicial investigation of this corrupt plot, and not coincidentally, the separatist process has been accelerated, hoping to save those responsible from the action of Spanish justice.
7. Spain is a parliamentary monarchy and its Constitution can be amended by the procedures provided for the case by the text itself. This changes may even contemplate the right to self- determination of parts of the territory, which is nowadays as unconstitutional in Spain as it is in all EU member states, without exception.
8. A vote on a territorial secession as the one illegally promoted by the Catalan government would require, to be democratic, the participation of all Spaniards. What belongs to everyone, as the State and the territory, must be decided among all.
9. Separatism undermines democracy: it has unilaterally and violently broken (rupture of the constitutional order necessarily is) with Spanish and regional legality. And it has embarked on a campaign to present the central government as “evil” by not allowing an illegal referendum which, we should keep in mind, has been declared unconstitutional by our highest court.
Regarding the events taken place last Sunday 1st of October, we cannot agree to consider a “mistake” or “inability” that the police complies with judicial orders to prevent the holding of a referendum which has been declared illegal. The suitability of judicial instructions can be discussed, but the police actions were proportional and the usual ones in all European member states in similar cases.
The Catalan regional police, the Mossos (with 17,000 officers and holistic police powers), actively boycotted the enforcement of judicial orders, facilitated public disorder and, in some cases, even clashed with the National Police and Civil Guard, who have had 431 injured members. Last Sunday was far from being “a peaceful day of national demonstration”, as stated by the separatist leaders. Information networks and media groups subsidised by the Catalan regional government have systematically disseminated false images of violence and misrepresented the facts. We find of great concern as well that media networks related to the Russian government have actively supported the illegal referendum.
The Catalan regional government has acted, and continues to do so, as an organisation committed to a coup d’état in Spain. The autonomous administration has provided political coverage and material support to organised groups that act in open rebellion against the constitutional order, including occupation of schools, blocking roads and motorways, or attacks on Spanish police officers. And a widespread intimidation to a majority of Catalan society which is dissatisfied with this state of affairs.
The so called “brutal repression” has resulted in the total of two people in hospital, one of them an elderly man who suffered a heart attack. With respect to the “wounded,” which separatists number at about 800, they are actually “persons who received medical assistance” by public health services, including those affected by lipothymia, anxiety attacks and irritations caused by inhalation of smoke. Propaganda manipulation, based on scandalizing the good feelings of people who ignore what actually happened, is unprecedented in democratic Europe and takes us back to the history of totalitarian regimes during the 30s and 40s.
Finally, we would like to highlight that the whole Europe would be very negatively affected if the separatist plans ended up being imposed. Spain is not the only EU member state with separatist tensions. Opening the possibility of repealing the Constitution and territorial integrity by means of fait accompli – following a script that reminds of the explosion of former Yugoslavia – would affect sooner or later many other member states, ending with the magnificent project of a Europe free of destructive and xenophobic nationalism within its own borders.
We believe it is time for European institutions to support Spain to restore the constitutional order and the rules of democracy in a region, controlled by a seditious administration and a corrupt political class, which is not only part of Spain, but also part of the European Union.
Yours sincerely,
Fernando Savater, Carlos Martínez Gorriarán, María San Gil, Rosa Díez, Maite Pagazaurtundua
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¡BASTA YA! – 2000, Spain

Fernando Savater, Copyright European Union 2013

¡BASTA YA! was a citizens’ initiative against terrorism and political violence in Spain’s Basque Country, formed in 1999 by intellectuals, human rights and political activists, trade unionists and other civil-society representatives.

¡BASTA YA!, whose name translates to ‘enough is enough’, was a reaction to the terrorism of the Basque terrorist group ETA and the threat to basic civil liberties and human rights posed, particularly to ‘non-nationalist’ citizens, by ETA and by other more moderate but increasingly more nationalistic and xenophobic parties.

The members of ¡BASTA YA! came from differing ideological backgrounds, but all engaged to oppose terrorism of any sort, to support all victims of terrorism and political violence and to defend the rule of law, the Spanish constitution and the statute of autonomy of the Basque Country. ¡BASTA YA! enjoyed unprecedented nationwide support in 1999 and 2000 as national outrage grew against ETA, which by then had killed hundreds of people in different parts of Spain, and victimised thousands across the Basque Country with intimidation, extortion, blackmail and attacks, including on families and property.

The movement was opposed to all forms of nationalism and also criticised the Basque Country authorities for nationalistic policies and rhetoric. ¡BASTA YA! brought a flood of thousands to the streets of San Sebastián, calling for adequate policies to defeat terrorism and for the respect of the constitution in two large demonstrations in 2000.

¡BASTA YA! was recognised by the European Parliament that same year for
its active campaigning for human rights, democracy and tolerance in the
Basque Country. With this prize, not only was ¡BASTA YA! given recognition
for its work, but also the terrorist problem in the Basque Country began
to be discussed as a European problem, not only a Spanish one. ¡BASTA YA!
gained the support of international human rights organisations, and other
countries listed ETA as a terrorist group.

In recent years ¡BASTA YA! has changed its nature as the situation in Spain
has evolved, with ETA declaring a definitive cessation of its armed activity
in 2011.

¡BASTA YA!’s leaders, including spokesperson Fernando Savater, who
represented the organisation at the European Parliament and SPN
conferences, created the political party Unión Progreso y Democracia in
2007 on a platform of support for the unity of Spain.

The party is currently represented in the European Parliament. ¡BASTA YA!’s
members believe its ideas and spirit live on in the fight for human rights
now led by others.

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Communiqué des Associations Judiciaires sur la situation en Catalogne


1.Communiqué
2.Conclusions pratiques, gouvernementales et obligatoires, par le professeur Rafael Arenas García.

Les Associations Judiciaires, l’Association Professionnelle de la Magistrature, l’Association Francisco de Vitoria, les Juges pour la Démocratie et le Forum judiciaire indépendant, ont approuvé le communiqué suivant concernant la situation de la Communauté autonome de Catalogne.

1. Communiqué

Quand on prétend ignorer l’évidence, il faut commencer par se souvenir des bases.

Les citoyens et les pouvoirs publics, tous sans exception, sont soumis à la Constitution et au reste du système juridique qu’elle recouvre. Seul le respect de la Constitution et des principes et valeurs qu’elle préconise garantit la coexistence démocratique. En dehors de la Constitution et des canaux qu’elle fournit, il n’y a pas de légalité ni d’Etat de Droit.

→ La Justice, comme Pouvoir de l’Etat, émane de l’ensemble du peuple espagnol, unique sujet de la souveraineté nationale, et est administrée par des juges et des magistrats, hommes et femmes, indépendants et soumis uniquement à la Constitution et à la loi. ←

Il ne revient pas aux membres du Pouvoir judiciaire d’interpréter l’histoire ni de résoudre des conflits politiques, mais bien d’exercer la fonction juridictionnelle, en appliquant et en faisant appliquer la Constitution et la loi, pour garantir les droits fondamentaux et les libertés publiques de toutes les personnes.

→ L’approbation par le Parlement de Catalogne des lois 19/2017, celle du 6 septembre sur le Referendum d’Autodétermination et celle du 7 septembre sur la « Transitorieté » (Transitoriedad) Juridique et Fondationnelle de la République, suspendues par le Tribunal constitutionnel, n’a donc aucun effet pour modifier le système constitutionnel décrit, en se situant en dehors du cadre qui soutient sa propre autorité, comme le rappelle le Tribunal lui-même. ←

Par conséquent, les normes mentionnées n’ont aucune valeur contraignante et notre devoir, comme Pouvoir judiciaire, est de ne pas les appliquer, tout comme les dispositions réglementaires ou administratives qui pourraient en découler.

Les citoyens et citoyennes ne sont pas obligés d’appliquer les Lois citées ni les normes édictées dans leur mise en œuvre. De leur côté, les fonctionnaires publics ont l’obligation d’agir conformément à la Constitution et à la légalité constitutionnelle, en appliquant les résolutions judiciaires et en apportant la collaboration requise pour leur exécution. Les uns et les autres trouveront protection et réponse auprès des juges et des tribunaux, devant tout agissement visant à appliquer ou imposer des dispositions suspendues ou déclarées nulles.

→ Une autorité qui se rebelle consciemment contre la norme constitutionnelle qui la légitime perd le caractère d’autorité et il ne faut pas lui obéir. La désobéissance qui méprise les normes juridiques qui protègent la dissidence, ce n’est pas un acte héroïque mais totalitaire. ←

Dans le développement de leur travail difficile, les juges qui exercent le pouvoir juridictionnel dans la Communauté autonome de Catalogne bénéficient de tout le soutien et de la couverture institutionnelle, matérielle et morale de l’ensemble de la magistrature espagnole dont ils font partie.

Madrid, 14 septembre 2017-09-15

Manuel Almenar Belenguer (APM).
Raimundo Prado Bernabéu (AJFV).
Ignacio González Vega (JJpD).
Concepción Rodríguez González (FJI).

Descargar (pdf): Comunicado AAJJ sobre situación en Cataluña

Fuente: Comunicado AAJJ sobre situación en Cataluña

2. Conclusions pratiques, gouvernementales et obligatoires, par le professeur Rafael Arenas García:

Les quatre associations de Juges qu’il y a en Espagne l’ont dit clairement : « La Generalitat a perdu le caractère d’autorité publique. »

Maintenant il faut seulement que le Gouvernement d’Espagne et les Cortes Generales agissent en conséquence.

Le Gouvernement a toute la légitimité pour adopter les mesures nécessaires pour que la Generalitat cesse de continuer à avoir l’apparence d’autorité, administrant des biens publics, utilisant ses moyens pour détruire l’ordre constitutionnel et contraignant les citoyens pour qu’ils commettent des actes illégaux.

Si, malgré toute la légitimité pour agir, il ne le fait pas, il sera coresponsable de la faillite de l’Etat de Droit que nous subissons en Catalogne et, par conséquent, aussi en Espagne.

Fuente : Rafael Arenas García

 

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El Yo en el Quijote © 2016

En cierta manera el mito voluntarista de don Quijote, cuya máxima expresión es la frase “Yo sé quién soy”, inaugura la era de los anti-mitos.

yo: 2076: [ya yo: 16; yo no soy: 12; yo sé: 56; yo sé quién soy: 1; yo soy: 87; yo… soy: 163; yo soy don Quijote de la Mancha: 7; yo soy el que: 3; yo ya: 1; yo…yo: 11]

yo (doc. ±950, del ant. *ieo, lat. vg. eo, s. VI, nomin. lat. ego ) pron.pers. forma átona de la primera persona del singular, en función de sujeto: ‘quien te habla o te escribe ahora’: «IO. Latine ego, primera persona. Suele tener énfasi por la calidad del que habla, incluida en la palabra yo, como: Yo el rey, etc.», Cov. 741.a.25.

|•| Repetido por énfasis. «que yo no me tengo de tomar, yo, con los enemigos de mi amo, que deben de ser muchos y malos.», II.33.18.

• Sería absurdo el enmendar la ed. pr. suprimiendo la repetición, como lo hacen muchos editores modernos, puesto que se destruiría el soporte formal de la intención enfática.

|| ya yo no soy: La cacofonía y la anáfora -el adverbio «ya» se repite cinco veces en el mismo párrafo- son empleadas aquí para llamar la atención sobre el contenido del mensaje:

«—Dadme albricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron renombre de Bueno. Ya soy enemigo de Amadís de Gaula y de toda la infinita caterva de su linaje; ya me son odiosas todas las historias profanas del andante caballería; ya conozco mi necedad y el peligro en que me pusieron haberlas leído; ya, por misericordia de Dios, escarmentando en cabeza propia, las abomino.», II.74. 9.

• Idéntica cacofonía sirvió para subrayar el disgusto que sentía don Quijote al mencionarle la parodia que «un tal, vecino de Tordesillas» había hecho de su historia:

«Ya yo tengo noticia deste libro.», II.62.100. ® ya

|| yo y este… : «—Señor gobernador, yo y este hombre labrador venimos ante vuestra merced en razón que este buen hombre llegó a mi tienda ayer», II.45.11.

• «Ahora se miraría como de mala educación decir: yo y éste…, y se dice éste… y yo. Entre los romanos, la costumbre era contraria a la nuestra: decían ego et hic; y, a la verdad, parece este uso más conforme a la razón.», Clem. 1781.a.

|| Yo no puedo más: ® puedo

|| yo no soy: Alonso Quijano el Bueno ha puesto fin a sus locas aventuras como don Quijote de la Mancha:

«—Dadme albricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron renombre de Bueno.», II.74.9.

• Nótese el paralelismo de esta escena con la del Licenciado Vidriera: «—Señores, yo soy el Licenciado Vidriera, pero no el que solía: soy ahora el Licenciado Rueda. Sucesos y desgracias que acontecen en el mundo por permision del Cielo me quitaron el juicio, y las misericordias de Dios me le han vuelto.», NovelEjempl., p. 125.a. ® Yo sé quién soy

|| yo sé: «Yo sé, Olalla, que me adoras», I.11.16. • Soneto de Lotario en la novela del Curioso Impertinente:

«Yo sé que muero; y si no soy creído , es más cierto el morir, como es más cierto verme a tus pies, ¡oh bella ingrata!, muerto, antes que de adorarte arrepentido.», I.34.25.

||Yo sé quién soy: En el Amadís de Gaula se encuentra esta misma frase en forma negativa: «no sé quién soy». Hasta que le sea dado el conocer a sus padres auténticos y su propio nombre, el problema mayor del héroe es su propia identidad. Su apodo de Doncel del Mar le fue puesto por su primer padre adoptivo, el caballero escocés Gandales, porque lo encontró en el mar en un arca flotando a la deriva. Víctima de una crisis de identidad, cuando se acuerda de su amiga y amada Oriana, hija del rey Lisuarte de Gran Bretaña, comienza a decir:

«—¡Ay, catiuo Donzel del Mar, sin linaje y sin bien! ¿cómo fueste tan osado de meter tu coraçón y tu amor en poder de aquella que vale más que las otras todas de bondad y fermosura y de linaje?… & yo catiuo que no sé quién so, que biuo con trabajo de tal locura que moriré amando sin jelo osar dezir.», Amadís de Gaula, p. 68, 119-121.

• Versión libre de Ángel Rosenblat: «—¡Ay, Doncel del Mar, sin linaje y sin bien! ¿Cómo has osado poner tu corazón en quien vale más que las otras en bondad, hermosura y linaje? ¡Desdichado de mí que no sé quién soy y moriré amándola sin atreverme a decírselo!», Amadís, p. 33.

|•| Réplica de don Quijote a su vecino Pedro Alonso, que lo ha encontrado tendido en el camino de su primera vuelta a su aldea:

«—Yo sé quién soy —respondió don Quijote—, y sé que puedo ser no sólo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama, pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron, se aventajarán las mías.», I.5.13.

Esta declaración de don Quijote, que de alguna manera parece recoger resonancias del Entremés, afirma su autonomía ante los héroes que lo enloquecen, y corrobora la dimensión artística totalmente innovadora de los desvaríos o desdoblamientos de su propia personalidad. Al erguirse sobre los héroes legendarios, el hidalgo identifica su voluntad y conciencia de «ser él quien es» en el plano y potencia de lo mítico, lo cual lo incorpora no en una mitología de lo antonomásico, sino en la de lo personal e inédito. En cierta manera el mito de don Quijote inaugura la era de los anti-mitos. (Comparar este punto de vista con el de la nota de Murillo, I.5, p. 106.)

«El famoso «Yo sé quién soy» equivale realmente, como vio Unamuno, a «yo sé quién quiero ser», y este deseo de autorrealización no es egotismo ni locura alguna, es la esencia misma de la vida humana, su propio imperativo.», Gaos 1987, III, p. 174. ® Entremés ® yo no soy

Articulación diegética:

Narración de la desgracia de nuestro caballero, tras la aventura de los mercaderes toledanos.

Texto ilustrado por Gustave Doré:

«Procuró levantarle del suelo, y no con poco trabajo le subió sobre su jumento, por parecer caballería más sosegada. Recogió las armas, hasta las astillas de la lanza, y liólas sobre Rocinante, al cual tomó de la rienda, y del cabestro al asno, y se encaminó hacia su pueblo»

El Q. I.5.9.

Légende de l’édition française :

[Tome I. Première partie. Pl. en reg. p. 46 : Un laboureur ramène Don Quichotte et Rossinante au village.] Il s’achemina du côté de son village.

Contexto del texto ilustrado:

Capítulo quinto.—Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero.

8. —Señor Quijana —que así se debía de llamar cuando él tenía juicio y no había pasado de hidalgo sosegado a caballero andante—, ¿quién ha puesto a vuestra merced desta suerte?

9. Pero él seguía con su romance a cuanto le preguntaba. Viendo esto el buen hombre, lo mejor que pudo le quitó el peto y el espaldar, para ver si tenía alguna herida; pero no vio sangre ni señal alguna. Procuró levantarle del suelo, y no con poco trabajo le subió sobre su jumento, por parecer caballería más sosegada. Recogió las armas, hasta las astillas de la lanza, y liólas sobre Rocinante, al cual tomó de la rienda, y del cabestro al asno, y se encaminó hacia su pueblo, bien pensativo de oír los disparates que don Quijote decía; y no menos iba don Quijote, que, de puro molido y quebrantado, no se podía tener sobre el borrico, y de cuando en cuando daba unos suspiros que los ponía en el cielo, de modo que de nuevo obligó a que el labrador le preguntase le dijese qué mal sentía; y no parece sino que el diablo le traía a la memoria los cuentos acomodados a sus sucesos; porque en aquel punto, olvidándose de Valdovinos, se acordó del moro Abindarráez, cuando el alcaide de Antequera, Rodrigo de Narváez, le prendió y llevó cautivo a su alcaidía. De suerte que, cuando el labrador le volvió a preguntar que cómo estaba y qué sentía, le respondió las mesmas palabras y razones que el cautivo Abencerraje respondía a Rodrigo de Narváez, del mesmo modo que él había leído la historia en La Diana, de Jorge de Montemayor, donde se escribe; aprovechándose della tan a propósito, que el labrador se iba dando al diablo de oír tanta máquina de necedades; por donde conoció que su vecino estaba loco, y dábale priesa a llegar al pueblo por escusar el enfado que don Quijote le causaba con su larga arenga. Al cabo de lo cual dijo:
10. —Sepa vuestra merced, señor don Rodrigo de Narváez que esta hermosa Jarifa que he dicho es ahora la linda Dulcinea del Toboso, por quien yo he hecho, hago y haré los más famosos hechos de caballerías que se han visto, vean ni verán en el mundo.
11. A esto respondió el labrador:
12. —Mire vuestra merced, señor, pecador de mí, que yo no soy don Rodrigo de Narváez, ni el marqués de Mantua sino Pedro Alonso, su vecino; ni vuestra merced es Valdovinos, ni Abindarráez, sino el honrado hidalgo del señor Quijana.
13. —Yo sé quién soy —respondió don Quijote—, y sé que puedo ser no sólo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama, pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron, se aventajarán las mías.

El Q. I.5.8-13.

|| yo seguro: ‘yo estoy seguro’. • Preámbulo de la tercera salida: «—Yo seguro—respondió el cura—que la sobrina o el ama nos lo cuentan después», I.2.13.

|| yo soy: LC.: «Mas yo soy Tirante el Blanco, que, con la espada en la mano, rey, duque, conde ni marqués, ni otro cavallero ninguno, no puede rehusar mi batalla; esto es notorio a las gentes.», J. Martorell, Tirante el Blanco, cap. LXVII, ed. MdeRiquer, 1990, p. 132

Siete veces, todas en la segunda parte, se presenta nuestro protagonista con la frase escueta y enfática: «yo soy don Quijote de la Mancha», cap. 10, 16, 29, 38, 46, 60 y 72. Otras autopresentaciones serán menos escuetas e incluso prolijas, pero siempre enfáticas, gracias a la presencia del pronombre. Dos ejemplos:

Don Quijote se presenta a Juan Haldudo el rico: «yo soy el valeroso don Quijote de la Mancha, el desfacedor de agravios y sinrazones», I.4.22.

En el preámbulo de la aventura de los Batanes, don Quijote se presenta a Sancho como quien ha de resucitar la edad de oro: «Yo soy aquél para quien están guardados los peligros, las grandes hazañas, los valerosos hechos. Yo soy, digo otra vez, quien ha de resucitar los de la Tabla Redonda, los Doce de Francia y los Nueve de la Fama, y el que ha de poner en olvido los Platires, los Tablantes, Olivantes y Tirantes, los Febos y Belianises, con toda la caterva de los famosos caballeros andantes del pasado tiempo, haciendo en éste en que me hallo tales grandezas, estrañezas y fechos de armas, que escurezcan las más claras que ellos ficieron. », I.20.4.

|| yo soy aficionado a leer: Notese el énfasis del pronombre, presente éste en la ed. pr., que muchos editores han suprimido, «sin saber lo que hacían».

El narrador editor explica cómo encontró en uno de estos cartapacios el manuscrito del fin de su historia: «como yo soy aficionado a leer, aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado desta mi natural inclinación, tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía, y vile con carácteres que conocí ser arábigos.», I.9.6.

|| yo y la duquesa: no sólo no era falta de educación que el locutor se citara a sí mismo en primer lugar, sino que este uso socio-lingüístico era el que recomendaba Nebrija, contra el uso, discretamente presente en el Quijote y actual hoy en día, de posponer el yo: «en ninguna manera se puede sofrir que la orden natural de las personas se perturbe, como se hace comúnmente en nuestra lengua, que siguiendo una vana cortesía dizen: el rei ~ tú ~ io venimos, en lugar de dezir io ~ tú ~ el rei venimos«., Gramática de la lengua castellana, II, 2.

El duque aragonés invita a don Quijote: «—Digo que venga el señor Caballero de los Leones a un castillo mío que está aquí cerca, donde se le hará el acogimiento que a tan alta persona se debe justamente, y el que yo y la duquesa solemos hacer a todos los caballeros andantes que a él llegan.», II.30.29.

||…yo…|| no hay otro yo en el mundo: ‘yo soy único en el mundo’ . Don Quijote defiende su verdad literaria, contra la mentira del personaje de Avellaneda, revindicando su singularidad, II.70.21.

|| que yo solo sea el que me sirva: hipérbaton ‘que sea yo solo el que me sirva’ • Don Quijote, privado de Sancho, no quiere que nadie le sirva dentro de su aposento: «suplico a vuestra excelencia que dentro de mi aposento consienta y permita que yo solo sea el que me sirva.», II.44.13.

|| y yo y todo: ‘y yo también’, indicando gran encarecimiento. • Se trata de la salida de don Quijote de la jaula: «—Yo le fío de la fuga—respondió Sancho. —Y yo y todo —dijo el canónigo—, y más si él me da la palabra como caballero de no apartarse de nosotros hasta que sea nuestra voluntad.», I.49 § 6-7. ® todo: y todo

|| ya yo: ® ya

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Fuente: Salvador García Bardón, Taller cervantino del “Quijote”, Textos originales de 1605 y 1615 con Diccionario enciclopédico, Academia de lexicología española, Trabajos de ingeniería lingüística, Bruselas, Lovaina la Nueva y Madrid, 2005. Este artículo apareció en éste y en otros soportes virtuales el 21 de octubre 2005.

02.12.16 | 11:55. Archivado en Antropología, Ética, Educación, Novela, Cervantes, El Quijote

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La dolorosa conversión de Zoraida en El Quijote

Texto ilustrado por Gustave Doré:

Articulación diegética: Historia del Cautivo: Espanto, maldiciones, lamentos y perdón del padre de Zoraida.

» —¡Vuelve, amada hija, vuelve a tierra, que todo te lo perdono; entrega a esos hombres ese dinero, que ya es suyo, y vuelve a consolar a este triste padre tuyo, que en esta desierta arena dejará la vida, si tú le dejas!»

El Q. I.41.59.

Légende de l’édition française de cette illustration:

[Tome I. Première partie. Pl. en reg. p. 444 : Récit du captif. Agi-Morato, le père de Zoraïde, est débarqué sur le rivage.] Reviens, ma fille bien-aimée, disait-il; descends à terre, je te pardonne tout.

Contexto del texto ilustrado:

Capítulo cuadragésimo primero.—Donde todavía prosigue el cautivo su suceso.

54. Viendo esto, desatamos a los moros, y uno a uno los pusimos en tierra, de lo que ellos se quedaron admirados; pero llegando a desembarcar al padre de Zoraida, que ya estaba en todo su acuerdo, dijo:
55. —¿Por qué pensáis, cristianos, que esta mala hembra huelga de que me deis libertad? ¿Pensáis que es por piedad que de mí tiene? No, por cierto, sino que lo hace por el estorbo que le dará mi presencia cuando quiera poner en ejecución sus malos deseos; ni penséis que la ha movido a mudar religión entender ella que la vuestra a la nuestra se aventaja, sino el saber que en vuestra tierra se usa la deshonestidad más libremente que en la nuestra.
56. Y volviéndose a Zoraida, teniéndole yo y otro cristiano de entrambos brazos asido, porque algún desatino no hiciese, le dijo:
57. —¡Oh infame moza y mal aconsejada muchacha! ¿Adónde vas, ciega y desatinada, en poder destos perros, naturales enemigos nuestros? ¡Maldita sea la hora en que yo te engendré, y malditos sean los regalos y deleites en que te he criado!
58. Pero viendo yo que llevaba término de no acabar tan presto, di priesa a ponelle en tierra, y desde allí, a voces, prosiguió en sus maldiciones y lamentos, rogando a Mahoma rogase a Alá que nos destruyese, confundiese y acabase; y cuando, por habernos hecho a la vela, no podimos oír sus palabras, vimos sus obras, que eran arrancarse las barbas, mesarse los cabellos y arrastrarse por el suelo; mas una vez esforzó la voz de tal manera, que podimos entender que decía:
59. —¡Vuelve, amada hija, vuelve a tierra, que todo te lo perdono; entrega a esos hombres ese dinero, que ya es suyo, y vuelve a consolar a este triste padre tuyo, que en esta desierta arena dejará la vida, si tú le dejas!
60. Todo lo cual escuchaba Zoraida, y todo lo sentía y lloraba, y no supo decirle ni respondelle palabra, sino:
61. —Plega a Alá, padre mío, que Lela Marién, que ha sido la causa de que yo sea cristiana, ella te consuele en tu tristeza. Alá sabe bien que no pude hacer otra cosa de la que he hecho, y que estos cristianos no deben nada a mi voluntad, pues aunque quisiera no venir con ellos y quedarme en mi casa, me fuera imposible, según la priesa que me daba mi alma a poner por obra esta que a mí me parece tan buena como tú, padre amado, la juzgas por mala.

El Q. I.41.54-61.

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La dolorosa conversión de la hermosa mora Zoraida en el Quijote

“El caso de Zoraida no hace sino ilustrar a las claras lo que ocurre cuando un ser de carne y hueso se lanza a vivir no un libro de caballerías, pero sí una materia hagiográfica (leyenda argelina) harto fácil de reconocer.” (FMV)

La nueva elaboración de la fábula argelina no propone ninguna «solución» por empleo de un tópico, sino que por el contrario plantea en toda su crudeza un pavoroso problema: el de la propia libertad de cada uno a solas con su conciencia (tema de la libertad de conciencia).

Zoraida encarna dramáticamente el tema de la libertad de conciencia, ya que no lo vive sola, sino frente a su padre, que también obedece a su conciencia. Confrontados con el problema de la diversidad religiosa, se nos invita a cada uno al examen de los prejuicios, descartando salidas fáciles o violentas. Zoraida, por ser libre, será lo que ella quiera, o al menos lo intentará muy a pesar de su propio padre.

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Zoraida: 78: [hermosa mora [Zoraida]: 3; hermosa y bella Zoraida: 1; hermosa Zoraida: 1]

Zoraida (doc. 1600-1604, es el nombre Turayya) f. ‘Pléyades’

La bella mora convertida al cristianismo de la Historia del Cautivo, es el personaje central de una historia de doncella fugada, donde interviene el motivo de la sarracena que traiciona a los suyos por amor. Este motivo es transformado por Cervantes en crudatraición de Zoraida a su padre, no por el amor de un hombre, sino a causa de su conversión al cristianismo.

La ceguera, o si se prefiere, por eufemismo, la insensibilidad de la conversión hace a Zoraida fría y calculadora con su padre, musulmán noble, generoso y tolerante con los cautivos cristianos.

«Las terribles incidencias de la fuga no son sino armónicos o trasfondo adecuado de otra más ceñuda tempestad de almas. Un sino despiadado, pero que no es sino el rigor de la ley física, decreta que la acción de Zoraida muestre su envés bajo forma de odiosas e irreparables violencias contra su propio padre [ser de una nobleza rayana en candidez].

No hay alternativa ni escapatoria: la realidad es un absoluto inviolable, y padre e hija tendrán que dar testimonio de sí mismos en un marco circunstancial de la mayor crudeza… los moldes convencionales han saltado en añicos: Agi Morato permanece en su fe como Zoraida en la suya. La hija labra, cual una Parca, la desgracia de su progenitor. Y la benevolencia del moro hacia los cristianos queda trágicamente malpagada. Un impulso fatal conduce a esas escenas en que Zoraida se yergue ante su padre y en que la novela alcanza su culminación y pleno sentido», FMV, p. 122 & 126

Zoraida, sarracena que hace pensar en Florinda la Cava, hembra de nombre maldito, y en la terrible Floripes, no es un personaje ideado como paradigma ejemplar, ya que es fría y calculadora hasta la traición, con el agravante de no obrar por amor. No es preciso insistir en que su naturaleza «cervantina» y su mayor mérito se halla precisamente en su no ejemplaridad.

«Toda su conducta está marcada por decidida frialdad afectiva, y su piedad filial se limita… a mirar hacia otro lado para no ver el daño infligido a su padre [musulmán afectuoso, leal y confiado hasta la candidez]…

el caso de Zoraida no hace sino ilustrar a las claras lo que ocurre cuando un ser de carne y hueso se lanza a vivir no un libro de caballerías, pero sí una materia hagiográfica (leyenda argelina) harto fácil de reconocer. La hermosa africana ha de huir a tierra de cristianos en busca de su propio ser, con la misma fatal urgencia que trueca al prosaico hidalgo de una aldea manchega en arrojado caballero andante, redivivo Amadís de Gaula.», FMV, p. 130 & 132.

Cervantes da así un giro insospechado al monótono erotismo literario de las sarracenas. Zoraida, sarracena desprovista de erotismo, no puede interpretarse como un eslabón más de la cadena temática que viene de Floripés y remata en Leandra.

La nueva elaboración de la fábula argelina no propone ninguna «solución» por empleo de un tópico, sino que por el contrario plantea en toda su crudeza un pavoroso problema: el de la propia libertad de cada uno a solas con su conciencia (tema de la libertad de conciencia).

Zoraida encarna este tema dramáticamente, ya que no lo vive sola, sino frente a su padre, que también obedece a su conciencia. Confrontados con el problema de la diversidad religiosa, se nos invita a cada uno al examen de los prejuicios, descartando salidas fáciles o violentas. Zoraida, por ser libre, será lo que ella quiera, o al menos lo intentará muy a pesar de su propio padre.

Ruy Pérez de Viedma es el capitán Cautivo que, a instancias de todos los personajes reunidos en la venta manchega, cuenta su historia en la primera parte del Quijote, donde ocupa los capítulos I.37-I.41. Este personaje es indisociable del de Zoraida, pero más como satélite que como pareja conyugal, ya que Zoraida, cuya función se reduce al de mora convertida, desea vivir el cristianismo en España casada con él. Si el Cautivo logra escapar de Argel es porque Zoraida le confía la misión de organizar su propia escapada, procurándole los medios económicos para conseguirlo.

Retrato de Zoraida por el Capitán Cautivo: En vivo contraste con el retrato que nos procura el narrador, I.37.28 y sigs., como parte del cuadro de la llegada del Cautivo y de Zoraida a la venta, el retrato que esboza el Cautivo en la historia de sus aventuras impresiona por la desproporción entre la etopeya y la prosopografía que lo componen.

La etopeya se reduce a una palabra, «gentileza», mientras que la prosopografía no sólo ocupa todo el resto del minucioso retrato, sino que no está para nada al servicio de la etopeya. Tenemos la impresión de que el cautivo cristiano sólo ve en la mora su riqueza o, a lo menos, por los datos que nos procura, parece que la riqueza es lo que más le impresiona en la mora que quiere ser su mujer para poder convertirse al cristianismo:

«Demasiada cosa sería decir yo agora la mucha hermosura, la gentileza, el gallardo y rico adorno con que mi querida Zoraida se mostró a mis ojos; solo diré que más perlas pendían de su hermosísimo cuello, orejas y cabellos que cabellos tenía en la cabeza. En las gargantas de sus pies, que descubiertas a su usanza traía, traía dos carcajes (que así se llamaban las manillas o ajorcas de los pies en morisco) de purísimo oro, con tantos diamantes engastados, que ella me dijo después que su padre los estimaba en diez mil doblas, y las que traía en la muñecas de las manos valían otro tanto. Las perlas eran en gran cantidad y muy buenas, porque la mayor gala y bizarría de las moras es adornarse de ricas perlas y aljofar, y así hay más perlas y aljofar entre moros que entre todas las demás naciones; y el padre de Zoraida tenía fama de tener muchas y de las mejores que en Argel había y de tener asimesmo más de doscientos mil escudos españoles, de todo lo cual era señora ésta que ahora lo es mía.» I.41.2.

La figura de Zoraida está elaborada sobre la misma leyenda que dramatizó Cervantes en su comedia Los baños de Argel, en que la bella mora se llama Zahara, aunque conviene notar con FMV que Cervantes abandona aquí el gracioso nombre de Zahra (‘hermosa’) por el altivo onomástico de Zoraida(‘Pléyades’), triple signo de lejanía, frialdad y belleza (Zoraida es el nombreTurayya, ‘Pléyades’).

Es una leyenda de los años de su cautiverio: «Los materiales que sirvieron para la edificación del personaje también pertenecen en algo a la memoria viva del autor, que los utilizó en otras ocasiones (así en Los tratos de Argel yLos baños de Argel). Y por supuesto no contribuyen poco a mantener el equilibrio entre lo histórico y lo biográfico, junto con lo legendario y lo «novelesco», que constituye el peculiar complejo del cuento.», Michel Moner, en Rico 1998 b, p. 90.

En el Argel de 1575 a 1580 hubo de surgir entre los cautivos españoles la leyenda (para ellos hecho verdadero) de la hija de un moro principal que se había enamorado de un cautivo español y ansiaba hacerse cristiana, sintiendo una devoción especial por la Virgen María, y anhelando irse con el español a tierra cristiana. Esta leyenda se asoció a la hija de un rico renegado argelino Hayyi Murad (Agi Morato), llamada Zahra (o Záhara).

La madre de la Zahra histórica fue hija de una cristiana mallorquina, capturada en 1529 en Argel. Era Zahra, pues, nieta de cristianos. En 1574 Zahra casó con ‘Abd al-Malik (nacido en 1541 y al que en la comedia se le llama Muley Maluco), que fue sultán de Marruecos en 1576 y murió en 1578, en la acción de Alcazarquivir contra los portugueses.

En la comedia de Cervantes la boda entre Zahara y Muley Maluco no se consuma, porque Zahara huye a España con el cautivo don Lope.

La Zahra histórica casó en segundas nupcias con Hasan Basa (que fue el dueño de Cervantes en Argel) y desde 1580 vivió en Constantinopla (Oliver Asín).

Probablemente el hecho de que el histórico Hayyl Murad fuera renegado (hecho sabido por Cervantes) posibilitó que se le atribuyera la leyenda a su hija, pero en el relato del capitán no aparece como renegado. Notas de Murillo, I.37, p. 463-464 y I.40, p. 485.

Nótense los paralelismos de Zoraida con Leandra. ® Cautivo ® Leandra

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Fuentes:

Salvador García Bardón, Taller cervantino del “Quijote”, Textos originales de 1605 y 1615 con Diccionario enciclopédico, Academia de lexicología española, Trabajos de ingeniería lingüística, Bruselas, Lovaina la Nueva y Madrid, 2005.

Salvador García Bardón, El Quijote para citarlo, Skynet, 2005.

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